El Audi Sport Quattro Concept se dejó ver por primera vez en el Salón del Automóvil de París de 2010. Su diseño y su potencia (408 CV) maravillaron a muchos asistentes, tanto que la firma alemana anunció la fabricación de 500 unidades dos meses después. Una fabricación artesanal que nunca llegó a producirse y que quedó aplazada hasta nuevo aviso.
Ese nuevo aviso podría estar más cerca que nunca coincidiendo con el treinta aniversario del Sport Quattro original. El Audi Sport Quattro Concept 2013 ya es una realidad que se podrá palpar en el Salón del Automóvil de Frankfurt. Han mejorado algunas cosas y han modificado su motorización para que sea un híbrido enchufable capaz de plantar cara a cualquiera.
Deportivo y atlético
Si empezamos a analizar su estética, hay que decir que lo primero que nos llama la atención es su frontal, que por cierto es muy parecido al del Volkswagen Scirocco. La parrilla es enorme, como también lo son las entradas de aire inferiores que hay a cada uno de los lados, justo debajo de los grupos ópticos delanteros. El splitter está fabricado con fibra de carbono y luce la palabra «quattro».
Si nos desplazamos a través de su musculosa cintura, rápidamente nos fijamos en sus enormes llantas de 21 pulgadas, cinco radios y monotuerca. Las taloneras han sido fabricadas con fibra de carbono y plástico reforzado, las salidas de aire son relativamente discretas y los tiradores de las puertas están escondidos. Éstos no se ven hasta que no se acerca la mano, que es cuando se despliegan de forma automática.
Por su zaga me recuerda al Volkswagen Corrado. El pilar C es muy ancho y a uno de los lados esconde el tapón del depósito. El difusor es de CFRP y contempla dos salidas de escape (una a cada lado) y el spoiler situado en el maletero solo se levanta a altas velocidades. Un maletero que por cierto tiene una capacidad de 300 litros.
Una de las más importantes novedades es la incorporación de los faros Matrix LED en los grupos ópticos delanteros. Como sabéis, debutarán en el nuevo Audi A8 a finales de año sacándole el máximo partido a la tecnología LED para iluminar la carretera al máximo.
Un habitáculo demasiado futurista
Del interior no hay que creérselo todo. Es un prototipo y como tal recurre mucho a la fantasía pecando de futurista. Los tonos grises son los que predominan y todo el protagonismo se lo lleva el display digital que cuenta con el cuentavueltas en posición central. El volante, deportivo a más no poder, está achatado por la parte de abajo y dispone de levas que no solo sirven para cambiar de marcha, sino también para arrancar el coche o activar el modo EV.
Los asientos son de tipo bucket y es posible abatirlos para poder acceder a las plazas traseras. Además, el sistema de climatización es toda una novedad, ya que integra los difusores de aire para poder controlar tanto la temperatura como la intensidad del aire.
Motorización híbrida con 700 CV
Es mecánicamente donde nos da más alegrías. Es un híbrido enchufable con una potencia conjunta de 700 CV y un par motor máximo de 800 Nm. La potencia va a parar a las cuatro ruedas a partir de las órdenes que proceden de una caja de cambios Tiptronic de 8 velocidades.
El propulsor gasolina es un 4.0 V8 biturbo de 560 CV con Start/Stop, mientras que el eléctrico, que por cierto va montado entre el motor de combustión y la transmisión, entrega 110 kW (150 CV) y 400 Nm. Una batería de iones de litio de 14,1 kWh es la que se encarga de alimentarlo para que el Audi Sport Quattro Concept pueda recorrer hasta 50 kilómetros en modo exclusivamente eléctrico.
Lo mejor de todo es lo que consume. Se planta en unos 2,5 litros de media y las emisiones son de 59 gramos de dióxido de carbono por kilómetro recorrido. Se puede conducir en modo completamente eléctrico (EV), en modo híbrido y en modo deportivo para exprimir sus prestaciones al máximo. Éstas, con el V8 y el eléctrico funcionando al unísono, no son nada despreciables. Acelera de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos y alcanza una velocidad punta de 305 km/h.
Antes de terminar, decir que pesa 1.870 kilos y sus dimensiones son propias de un modelo de competición: 4,60 metros de largo (2,78 metros de batalla), 1,38 metros de alto y 1,96 metros de ancho.