Mansory es uno de esos preparadores que no tienen miedo a nada. Por eso no es de extrañar que se hayan atrevido con todo un coloso como el Audi R8 Spyder V10. Le han metido mano por todas partes y por eso los cambios no sólo son estéticos, sino que también afectan a la mecánica.
La parrilla frontal se mantiene con un diseño muy parecido al del Audi R8 actual. Sin embargo, se ha añadido una buena dosis de fibra de carbono que también se deja ver en el splitter inferior. La parte trasera incluye un difusor y un alerón que se encargan de mejorar las prestaciones en curva y a altas velocidades. Además de todo eso, llaman la atención las llantas de 20 pulgadas que reducen la masa suspendida.
El habitáculo es llamativo a más no poder. Es de color rojo y cuenta con asientos deportivos grabados por Mansory. La fibra de carbono está presente en la consola central, en el volante, en el cambio, etc. El rojo se deja notar por todas partes, incluso en la capota.
El motor es ahora más potente gracias a un nuevo filtro de aire deportivo que va acompañado por un sistema de escape preparado para dar el máximo rendimiento. La potencia pasa de 525 a 552 CV y el par máximo se eleva hasta los 550 Nm a 6.500 rpm, 20 Nm más que el original.