Sports Wheels ha vuelto y lo ha hecho a lo grande. El conocido preparador alemán nos ha deleitado con un Audi R8 Spyder que viene a mejorar la versión convencional de un modelo que sin duda alguna es una de las joyas de Audi.
Si tenemos en cuenta que estamos hablando de un coche que cuesta alrededor de 125.000 euros, es fácil saber que los cambios tampoco son asequibles para la gran mayoría de los mortales. Concretamente hay que pagar 62.000 euros extra para disfrutar del R8 Spyder tal y como en Sport Wheels lo han concebido.
El kit de carrocería, formado principalmente por fibra de carbono, cuenta con elementos muy ligeros y resistentes que salen por un ojo de la cara. El paragolpes cueta 7.799 euros, los conductos de refrigeración de los frenos 1.259 euros, el spoiler frontal 1.799 euros, el paragolpes trasero 4.799 euros, el alerón posterior 1.999 euros y el difusor 3.799 euros.
A todos esos gastos hay que añadir lo que cuestan las llantas y los neumáticos. Las primeras son de 20 pulgadas para el eje delantero y 21 pulgadas para el eje trasero. Los neumáticos son Dunlop Sport Maxx. Por el conjunto hay que pagar 4.599 euros de nada. Además, no hay que olvidarse de la suspensión, deportiva y por un precio de 7.349 euros que pone los pelos de punta a cualquiera, o a casi cualquiera.
La potencia del motor se ha visto incrementada para poder ofrecer 600 CV y 580 Nm de par máximo. Por la potenciación hay que pagar 6.048 euros. Por último, si no quieres tener problemas y quieres equiparlo con unos frenos como Dios manda firmados por MOV’IT, deberás volver a darle a la tecla «+» de tu calculadora para sumar 21.990 euros. ¿Vale la pena? Seguro que sí, lo malo es que esto sólo es para unos pocos privilegiados.