Hasta que Tesla no lance un superdeportivo con el que meter el miedo en el cuerpo a Lamborghini, Ferrari y compañía, son proyectos sueltos los que tratan de seducirnos desde Estados Unidos. Uno de ellos es este Aria FXE, una máquina que no solo llama la atención por su atractivo visual, ya que es de los que te mantienen pegado al asiento nada más pisar el acelerador.
Mecánica híbrida
La culpa la tiene su bloque híbrido, que está formado por dos motores eléctricos que suman 547 CV de potencia y trabajan junto a un propulsor gasolina espectacular. Se trata de un V8 sobrealimentado de 6.2 litros que es capaz de entregar 730 CV de potencia. Funciona junto a una caja de cambios automática de siete marchas que se encarga de enviar la fuerza a las ruedas del eje trasero.
Los datos de potencia conjunta y par son brutales, de lo mejorcito que hay hoy en día. Nada más y nada menos que 1.165 CV y 1.784 Nm para garantizar unas prestaciones top: de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos y 354 km/h de velocidad máxima.
Ligero y preparado para darlo todo
Solo pesa 1.565 kilos porque el chasis es de tipo monocasco fabricado con fibra de carbono. Han recurrido a la impresión digital 3D para crear varias piezas de metal, mientras que el motor de combustión sabemos que va en posición central.
Cuando lo ves de lado te impresiona porque sus llantas de aleación no son cualquier cosa. Van montadas en unos neumáticos Pirelli P-Zero Trofeo R de 20 pulgadas en el eje delantero y 21 en el trasero. Por ello podemos decir que es una bestia bien calzada para batir récords en circuitos como el de Nürburgring.
No han querido hacer público el precio
¿Quieres saber su precio? El fabricante no lo ha facilitado. Quiere que solo lo sepan sus potenciales compradores, y con eso se refieren a quienes realmente pueden comprárselo, no solo a quienes sueñan con él.