La fundación de Washington por la seguridad vial, ‘AAA Foundation’, completó un pequeño estudio que ya puede leerse en su página de Internet. Consta en la web una versión resumida y un PDF con la investigación completa. Hay un punto flaco a considerar; aunque se han introducido bastantes variables de control en el experimento, la muestra de conductores y su edad es insuficiente para elevar hipótesis generales sobre el peligro en las distracciones al volante.
Las tareas que más han preocupado a la AAA son las de utilizar navegadores, cambiar de música con el coche en marcha, llamar con manos libres y enviar textos dictados a viva voz por canales de mensajería instantánea.
Conclusiones del estudio de ‘AAA Foundation’
La primera conclusión es, a juicio personal, la más relevante. Los sistemas multimedios sólo deben emplearse en casos de emergencia. El cerebro de la persona que conduce ha de centrarse en eso: conducir. Recibir información constante en una pantalla o por los altavoces demanda un esfuerzo cognitivo que rebaja nuestros reflejos y capacidades al volante. Lo mismo se extiende a mantener conversaciones telefónicas o enviar correos electrónicos a la par que se maneja un vehículo. Sobre todo en patrones de circulación lenta y con tráfico espeso.
De todos los sistemas multimedios probados, los que menos merman nuestras capacidades, insisto, según un estudio demasiado pequeño, son Apple CarPlay y Android Auto. Los que vienen configurados e instalados en los coches por los propios fabricantes exigen, en lo cognitivo, una carga demasiado alta como para conducir en plena capacidad.
Aclaremos que sólo han escudriñado en los ‘infoentretenimientos’ de Kia, Ford, Chevrolet y Honda. Y aquí volvemos a palpar las carencias de medios en la investigación.
Del lado de Apple y sus iPhones, el CarPlay saca ventaja a la hora de redactar y enviar mensajes. Y en la zona de Google, su Android Auto es más sencillo en el momento de solicitar y cambiar rutas de navegador. Ninguno es perfecto, pero cada sistema parece destacarse en algo sobre el otro. Para escuchar música o radio, ambos son bastante parejos, y siguen despistando menos que los aparatos integrados por las marcas constructoras.
Lo que la ‘AAA Foundation’ le está diciendo a los norteamericanos es que desatiendan a las publicidades del tipo «tu coche más conectado que nunca». En todo caso, la recomendación sería reducir automatismos; restringir pantallas, pitidos, imágenes y letras. Planear la ruta antes de empezar el viaje, responder llamadas que en realidad sean urgentes e inaplazables, y dejar las labores de pinchadiscos a quien va sentado en el lado del copiloto.
Insistimos desde aquí que el estudio queda demasiado limitado para hacerlo ley científica, pero la lectura del informe completo es de interés general, ahora que los salpicaderos se están convirtiendo masivamente en ‘tablets.’
Bibliografía: (VV.AA., 2018) ‘Visual and Cognitive Demands of Using Apple CarPlay, Google’s Android Auto and Five Different OEM Infotainment Systems’ consultado en AAA Foundation for Traffic Safety.