En junio de 2013, la compañía americana Anki mostró al mundo su juego de carreras Anki Drive, conocido como «el Scalextric del futuro» durante el Worldwide Developer Conference de Apple, en San Francisco (Estados Unidos).
Los desarrolladores de Anki Drive han llevado a quirófano al mítico juego de carreras Scalextric, tan popular en los años 80 y 90, para trasplantar todas sus características a una nueva era de tecnología moderna. Esta operación ha costado cuatro años de trabajo y 50 millones de dólares en concepto de inversión.
Este nuevo sistema de entretenimiento inteligente ha suprimido el montaje pieza a pieza de los circuitos de Scalextric, que ocupaba parte del tiempo y la diversión, por una tela de vinilo que se despliega desvelando el trazado de la pista. No hay mandos, los coches son controlados desde un dispositivo móvil (iPhone, iPod e iPad) cuya aplicación debe descargarse desde la App Store, de momento accesible en Estados Unidos y Canadá. Los coches se conducen mediante Bluetooth, tienen una autonomía de 20-30 minutos y llevan sensores y una microcámara que calcula su posición, velocidad y dirección en el circuito hasta 500 veces por segundo.
El Anki Drive se ha puesto a la venta esta semana para intentar hacerse un hueco en la selva navideña. Su precio de venta en el mercado está fijado en 199 dólares (144 euros), con un pack que contiene dos vehículos (69 dólares cada uno, si se compran por separado), dos cargadores y un circuito de carreras parecido a un óvalo.
La evolución natural del Scalextric
El Scalextric, cuyo nombre proviene de ‘Scale’ (escala), ‘X’ (escala desconocida), y ‘Electric’ (eléctrico), comenzó a venderse en 1962 en jugueterías de toda España. Con 50 años de historia, Scalextric ha cautivado a generaciones de niños (y no tan niños), trasladando a nuestros hogares la velocidad y el entusiasmo que esconden los circuitos de carreras.
Aunque la marca siga cosechando auténticos fans y coleccionistas por todo el mundo, parece que las pistas con guías, los joysticks de control remoto, las grandes baterías, los cables de transmisión y los momentos de montaje con los amigos, están condenados a formar parte del pasado. Anki Drive, que se puede considerar una aplicación más de Apple para sus móviles, pretende llevar todo eso y más hacia un futuro prometedor.