Quizá como modo de inspiración para la próxima temporada que comienza, el «chico tranquilo» de la selección española; Andrés Iniesta, ha alquilado en la paradisíaca isla de Cerdeña el superdeportivo de la marca alsaciana; Bugatti Veyron, para sus vacaciones junto a la joven peluquera catalana Anna Ortiz, esposa del futbolista. ¿Manejará los pedales de este monstruo tan bien como el balón?
Las botas de Andrés Iniesta han conducido los éxitos de un palmarés con 24 títulos, hasta el momento, entre los que destacan dos Eurocopas, un Mundial y tres Champions además de Ligas. Lo que no habían experimentado, eran los pedales del modelo Veyron 16.4 de Bugatti, el considerado por muchos especialistas y conductores como uno de los coches más veloces y completos del mundo (rivalizando con otras bestias como el SSC Ultimate Aero de Shelby, los Koenisegg Agera o el Ferrari FFX de la marca italiana).
La bestia que pilotó Iniesta
El ya mítico bólido descapotable de Bugatti cuenta con un motor de 8 litros (7.993 cc) tetraturbo W16, que desarrolla una cuenta atrás de sólo 14 segundos para alcanzar los 300 k/h. Este motor es capaz de desarrollar 1.001 CV de potencia y permite al Bugatti Veyron alcanzar los 406 km/h. Con su sistema de tracción permanente, embrague Haldex, y con unas prestaciones e interior de lujo, la versión más básica del Bugatti Veyron asciende a un valor de 1,3 millones de euros, pudiendo alcanzar cifras más altas dependiendo de la versión.
La fantasía automovilística que desprenden las cuatro ruedas de este vehículo de lujo ha sido acompañada en este caso por una excelente visión de juego. El centrocampista culé parece haber celebrado su pasada boda con un “capricho” al alcance de unos pocos. Pero seguimos pensando que Iniesta es demasiado tranquilo para el Bugatti Veyron, lo suyo es un estilo más pausado.