Por fin Fiat y Chrysler se han dado la mano para caminar juntos en el futuro. Estos dos gigantes de la automoción unirán sus empresas a partir de hoy después de que se haya hecho público un acuerdo que se mascaba desde hace ya mes y medio. Quizá las exigencias de Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, hayan sido determinantes a la hora de alcanzar esta alianza salvadora sobre todo para la firma americana.
Chrysler tenía 30 días para aceptar la oferta de alianza de Fiat. Si no lo hacía, se vería abocada a la bancarrota porque el gobierno federal no pensaba tranferir un euro más a una empresa que cada día va a peor. Ahora, si el nuevo plan es viable y convence a la administración federal, 6.000 millones de dólares volarán hasta las arcas de una Chrysler necesitadísima de una importante inyección de capital.
De hecho, nos alegramos mucho por este acuerdo porque significa que Chrysler seguirá dando guerra. Eso sí… ¿como afectará esta alianza a Fiat? ¿Veremos modelos nuevos fabricados conjuntamente? El tiempo irá despejando estas incógnitas.