No hagáis caso de las fotos, son del prototipo Kamal presentado en el 2003. Diez años más tarde, tenemos bastante claro que el lenguaje de diseño de Alfa Romeo es radicalmente distinto (afortunadamente). Los rumores de un SUV comenzaron entonces, cuando Fiat, como marca madre, empezó a plantearse el retorno de los Alfa a los USA. Y sin un SUV en tu gama, al otro lado del océano hay poco que hacer. Al absorber Fiat a Chrysler, el terreno se ha allanado completamente, puesto que ya se han hecho dueños de los todoterreno Jeep.
El responsable de Alfa Romeo en Gran Bretaña dijo la semana pasada al diario Telegraph que en dos años, como mucho, el nuevo 4×4 debería estar en el mercado. Esto reabre otro chismorreo: la materialización del SUV de Maserati, el Kubang, avistado por última vez como concept en Detroit en el año 2011. Si se va a fabricar el Alfa, el Maserati, por lógica, vendrá después como versión de lujo del mismo cacharro (algo parecido a la jugada VW Touareg versus Porsche Cayenne.)
Alfa o Maserati, ¿qué habrá debajo del vestido?
Pues la sabiduría de Chrysler con la de años que llevan desarollando los míticos Jeep. Son algo más que especulaciones: Fiat podría traerse algunos modelos de Jeep -los más solicitados en el Europa- para ser construidos directamente en plantas italianas y abaratar costes de importación.
Con todos los astros alineados, ahora los planes se han acelerado mucho, puesto que Alfa Romeo va a volver a los Estados Unidos inminentemente con el sports car 4C. Para que no quede como una mera extravagancia, la firma italiana necesita ampliar catálogo, empezando por el SUV. Así las cosas, los sastres de Alfa Romeo ya se están estrujando los sesos en sus dibujos de patronaje: hay que coserle un traje galante de pasarela italiana a la última plataforma de Jeep.
A ver qué pinta tiene. Esperaremos con paciencia los próximos meses.