El Gran Premio de Abu Dhabi cierra la temporada de Fórmula 1 este fin de semana. No hay absolutamente nada en juego porque Lewis Hamilton se proclamó campeón semanas atrás y el Mundial de Constructores es de Mercedes desde hace siglos. De hecho, hasta conocemos el podio, ya que Sebastian Vettel no podrá alcanzar a Nico Rosberg (les separan 30 puntos).
Una temporada para olvidar
Así las cosas, lo más probable es que los datos de audiencia sean bastante pobres en todo el mundo. Sobre todo en España, donde la mayoría de aficionados han perdido la ilusión por la categoría reina del automovilismo desde que Fernando Alonso es piloto de McLaren-Honda. En Ferrari nunca llegó a ser campeón, pero por lo menos llegó a pisar el podio en dos ocasiones y acabó en quinta posición si nos fijamos en su última temporada, que fue la peor de las cinco que pasó en la escudería italiana. El campeonato mundial se le resistió por muy poco en 2010 y en 2012.
La audiencia ha caído en picado
Los datos hablan por sí solos. En España hay menos de dos millones de telespectadores viendo las carreras de Fórmula 1, algo que no sucedía desde hace mucho tiempo. De hecho, la audiencia de la Fórmula 1 está cayendo a nivel mundial, motivo por el cual se prepara una revolución de cara al próximo curso.
El año que viene, salvo sorpresa, tocará pagar
La mala noticia tiene que ver con las retransmisiones, que al igual que en MotoGP dejarán de ser en abierto. Nos obligarán a pasar por caja para seguir las evoluciones de los mejores pilotos del mundo, así que los datos de audiencia serán todavía peores. Eso si Antena 3 no decide prorrogar su contrato y si TV3 rompe con una tradición que se remonta a tiempos anteriores a los del mejor Alonso.