Más de uno y de dos pensarán que se han vuelto locos. Por ejemplo, los adictos a la gasolina, los que siempre han ignorado y criticado el diésel, los mismos que no acaban de aceptar la idea de que algún día todos los coches serán eléctricos.
Los fabricantes están llevando a cabo una transición tan lenta que da la sensación de que uno se hará viejo y se morirá sin ver un catálogo de coches 100% eléctricos con el logotipo de marcas generalistas como Renault, Peugeot o Ford, aunque los hay que están por la labor de engranar una marcha más.
Un cambio radical
SEAT, que siempre vive pendiente de lo que se cuece en Wolfsburgo, ha empezado a mover hilos con el objetivo de no fabricar más versiones Cupra gasolina. El rumor empezó a difundirse a modo de chiste, pero la marca española ha confirmado que la cosa va en serio. Quieren apostar por la movilidad eléctrica y los Cupra van a convertirse en el mejor ejemplo de sostenibilidad y deportividad.
Confirmado, pero sin fecha de lanzamiento
Matthias Rabe, mandamás del departamento de I+D de SEAT, lo ha confirmado en declaraciones a la revista Auto Express. Van a cargarse los motores gasolina en favor de propulsores eléctricos que estén a la altura. Saben que el sello Cupra tiene su reputación y no quieren tirarla por la borda de la noche a la mañana, así que la electrificación solo se producirá cuando sean capaces de garantizar unas prestaciones igual de buenas que las actuales.
Por ahora no sabemos cuándo sucederá, pero es probable que podamos conducir un SEAT Cupra eléctrico a partir de 2019. Lo más lógico es que nazcan en la plataforma MEB del Grupo Volkswagen, la misma que van a emplear para lanzar su primer coche 100% eléctrico, que por cierto ofrecerá una autonomía de unos 500 kilómetros.