General Motors y el grupo PSA Peugeot Citroën han llegado a un acuerdo de unión antes de que se celebre el Salón del Automóvil de Ginebra. Ya es oficial que el gigante norteamericano se hará con un 7% de las acciones del grupo francés gracias a una ampliación de capital valorada en 1.000 millones de euros.
De esta forma GM se convertirá en el segundo mayor accionista de PSA. La colaboración tendrá dos partes:
– Colaborarán conjuntamente a nivel de plataformas, componentes y módulos. El primer modelo surgido tras la alianza tecnológica verá la luz aproximadamente en 2016. Los segmentos que abarcarán serán los de perfil bajo y medio, así como también el de los monovolúmenes de bajo consumo y el de los todocaminos/crossover.
– Crearán una joint-venture de compras para adquirir bienes y servicios ahorrando mucho dinero. En cinco años lograrán ahorrar cerca de 1.500 millones de euros gracias a un incremento en el poder de negociación con los proveedores.
Con tantas fusiones cada vez nos acercamos más a una situación de monopolio, algo parecido a lo que está sucediendo con los bancos. ¿Es eso algo positivo para la industria? ¿Cómo afectará a las empresas que viven de forma indirecta del sector de la automoción? ¿Y a los compradores finales?