Artículo que sirve de actualización a lo que publicamos en mayo de 2021. El Fabia pierde la carrocería de vagoneta por siempre más y reniega de las versiones RS, aunque ya las había enterrado en el año 2015.
El Fabia IV, eso sí, confirma la versión Monte Carlo, que no trae cambios mecánicos salvo el tren de rodaje deportivo que ya existe como suplemento en otras versiones. Es apenas un retoque estético y un cambio de asientos delanteros. Cuando el Fabia III, escuchamos al entonces presidente de Škoda decir que su utilitario ya tenía unas hechuras bastante ágiles y que sólo hacía falta darle unas pinceladas de chapa, colorines y plásticos para que se viera más pinturero.
Un buen coche con un precio demasiado elevado
Sus declaraciones eran y son debatibles, porque nuestra impresión es que siempre ha sido un vehículo muy imparcial, sin apostar por una idea extrema. Esto es un piropo que le dedicamos al modelo, para nada es un pulla con intención de desmerecerlo. Luego están los 380 litros de maletero, que son otra grandeza de este automóvil.
El hecho es que la casa puede acertar al jugar la baza de las apariencias, pero yerra después con los precios. En España, terminaciones Monte Carlo se han vendido las justas. Creemos que esta vez ocurrirá lo mismo. En lo global, es un coche redondo, pero con un precio nada amistoso y que más bien repele. De partida, supera los 22.000€ en España.
Motorización
Entre los cinco motores de gasolina que oferta el Fabia IV, el acabado Monte Carlo escoge el 1.0 TSI EVO 110 CV, con tres cilindros y turbocompresor. Tiene cambio manual y también automático de doble embrague. En el SEAT Ibiza y en el Volkswagen Polo, es una unidad de potencia que gasta poco para la chispilla que tiene. Nos gusta más que el cuatro cilindros 1.5L. y 150 CV, pues contiene mucho los costes y se mueve bien. Además, el 150 CV obliga a tener cambio automático.
Equipamiento
El equipamiento está más relleno de quincalla electrónica que el Sport y el Style, los dos acabados que eran más lozanos hasta ahora. Es sencillo diferenciarlo por llevar en negro piano las coquillas de los retrovisores, las llantas de 16 pulgadas y el techo. Y también porque se engastan pequeñas platinas o aletines en los parachoques que los hacen un poco más complicados y puntiagudos.
Por dentro es casi todo del color del betún, con las costuras en blanco y con unos cuantos remates en rojo y en una imitación de la fibra de carbono. Los asientos delanteros, como dijimos arriba, recogen más las espaldas y son de una sola pieza, sin división en los reposacabezas.
Hay dos tipos de centro multimedios, el de 8 y el de 9,2 pulgadas. Otra elección posible es el depósito de bencina, que lo hay de 40 y de 50 litros. El cuadro de instrumentos forzosamente es el de pantalla y no dan alternativa a los relojes de agujas que sí están presentes en otros acabados.