El segundo vástago del contrato entre Suzuki y Toyota para mercados como el español es este turismo familiar híbrido. Lo mismo que el Suzuki Across es un Toyota RAV4 ‘2020’ híbrido enchufable con pegatinas de Suzuki, el Swaze es un Corolla ‘2019’ con un símbolo de Suzuki donde debiera figurar el de Toyota.
Las razones para que se formen estos acuerdos donde una marca ha de pagar un tanto a la otra por cada unidad despachada pueden ser de diferente ralea y siempre nos dejan hueco a hacer suposiciones y especulaciones.
El caso del Across/RAV4 está bastante claro: a Suzuki le hacía falta un híbrido enchufable que bajase la media de emisiones del conjunto de su catálogo. Cualquier otro motivo es desechable, pues si algo sabe hacer bien esta marca son los todoterreno, y los fabrica de todos los tamaños y gustos. En el asunto de circular fuera del asfalto, el RAV4 no le aporta nada a Suzuki.
¿Por qué un Corolla familiar para Suzuki?
Con el Swaze ya se puede dejar volar más la imaginación, ¿por qué le estará comprando Suzuki a Toyota un Corolla familiar? A nosotros, lo que nos parece obvio es que Suzuki no tenía un turismo mediano/grande desde el Kizashi ‘2010’. Y el Kizashi se estrelló por consumos insostenibles. Tomar en adopción un Corolla Touring Sports 122 CV híbrido parece de lo más comedido. La venta empieza a finales del 2021, si bien los datos técnicos se han facilitado porque no hay mucho que esconder.
El precio aún se ha de concretar; ahora bien, tomando de referencia lo que se pide por un Corolla familiar de 122 CV híbrido de gasolina y electricidad, es fácil que se trate de un valor algo más alto que el de cualquiera de sus pares en otras marcas, que son de motor térmico y, como mucho, añaden una hibridación suave.
Tómese la ficha técnica del Corolla Touring Sports 125H y aplíquese aquí. La diferencia que sorprende a la vista es que el Suzuki es dos centímetros y medio más alto que el Toyota. La elevación del vehículo sólo se nos ocurre justificarla porque Suzuki dice haber colocado una de las baterías debajo de los asientos traseros, y por esta razón sería plausible que se necesitase alzar un poquito más el suelo del coche, a fin de proteger el conjunto eléctrico. Otro efecto colateral de esta maniobra es la merma de dos litros de maletero. El Swaze encaja 596 litros sin tener que hacer filigranas con bandejas ni asientos, y el Corrolla 598 litros. Como fuere, en ambos casos se trata de uno de los diez mejores maleteros entre los turismos del segmento C con silueta familiar.
Motorización
El asunto de la mecánica es de sobras conocido, más que nada porque es lo que Toyota viene refinando desde hace veinte años. Los elementos escogidos aquí son un motor de gasolina de 98 CV y uno eléctrico de 72 CV que se alimenta de una batería de iones de litio. El mecanismo de la transmisión es por variador continuo, que es lo mismo que decir que no tiene caja de cambios. Es decir, que funciona como una de esas motos escúters. Las ventajas e inconvenientes de esto también están más que asimiladas. En ciudad y zonas periurbanas, el consumo es bajo y el desempeño es agradable. En autopistas o entradas a carreteras rápidas, sobre todo si vamos cargados, ya no gusta tanto. El consumo sube mucho, y la velocidad se regula con torpeza y lentitud.
Es evidente que aún no hemos probado el Swaze y que estos apuntes los sacamos del Corolla, pese a que haríamos cualquier apuesta a que los ingenieros de Suzuki no han inventado una fórmula secreta para liquidar los defectos del sistema híbrido de Toyota/Lexus.
El Swaze será muy recomendable para quien se sitúe en trayectos medios y cortos; para quien busque un coche tranquilo en sus reacciones y comodísimo en sus andares; que guiñe bastante bien en las curvas, y que, si necesita transportar cacharros y enseres grandes, sabe que hallará un maletero lo bastante capaz. Además, aporta soluciones multimedios para Apple y Android y, en cuanto a controles electrónicos de frenada, velocidad y alertas de tráfico, los incluye todos.