Los ciclos de renovación en SsangYong son complejos de entender; unos modelos resisten una porción de ciclos de venta y otros dan un brinco de un año para otro. Esta marca coreana refresca su oferta de vehículo pequeño el año próximo. Podemos hablar de una segunda generación, porque el Tivoli 2015 actualizó ligeramente su gama de cara a este 2019. Aunque los cambios eran menores.
Esta vez hay revisión del conjunto que forman bastidor, dirección y suspensión. Aparte de buscar mayor impresión de desplazamiento placentero, la marca ha tenido que repensar el Tivoli debido a un giro drástico en las motorizaciones.
Motorizaciones
Se van por la puerta de atrás las opciones a la tracción total y la combinación híbrida de gasolina con GLP. El 128 CV gasolina y el 115 CV diésel también dicen adiós. Al revés de los que estamos viviendo con los tricilíndricos ajustados en caballaje a intención de cumplir normativas de emisiones, SsangYong le endosa a su Tivoli una crecida de potencia en bloques con cuatro cilindros y turbocompresores nervudos.
Al último, la cosa queda desglosada en 163 CV con un 1.5 T-GDI que funciona con gasolina. El diésel promete otra crecida de cifras; 136 CV en una mecánica llamada 1.6 e-XDI. Por descontado, ambos incorporan filtro de partículas. El diésel, lo mismo que hacen el resto de marcas, suma un segundo freno de gases, éste destinado a atrapar las partículas NOx y que marcha con el líquido AdBlue.
Al mirar la competencia, ni siquiera los homólogos del Tivoli que fabrica el grupo VAG o el DS3 Crossback enseñan números tan elevados. El francés es el que se acercaría más, con 156 CV. Además, la grueso de marcas está limitando sus iniciativas a cambios automáticos en cuanto subimos de 110 CV, mientras SsangYong persevera en dar opción a transmisión manual.
Más grande que su predecesor
Otro dato imbatible en su sector es el maletero. Ningún todocamino declarado como segmento B da 427 litros de capacidad mínima. Parte de este mérito es por la transformación del chasis, ya que el Tivoli ‘2020’ se estira casi dos centímetros y medio más de largo, casi dos centímetros más de ancho y tiene tres centímetros más de altura.
Se ha hecho algo grandón, cierto. Cuestión que me hace replantearme si este modelo seguiría entre las filas de los puros utilitarios con forma de todocamino, o si habría que trasladarlo a estas medidas intermedias que nos están llegando con los VW T-Roc, Ford Puma, etcétera. Éstos últimos no pisan ni la zona B ni la franja C, y se ven en un lugar flotante y vago que los hace demasiado caros como utilitarios, y demasiado justos de tamaño como compactos.
Tres niveles de equipamiento
Los precios de SsangYong, materia que ya conocen los lectores, son una baza más. Váyanse los potenciales compradores a pedir presupuestos de concesionario en concesionario, y que luego comparen. El techo del SsangYong Tivoli ‘2020’ está en 25.000 € dentro de España, y le correspondería al acabado Premium, que es el más capacitado.
Las otras variaciones de dotación se clasifican en Line, Urban y Limited. La que vendría más pelada, la Line, está bien surtida. De serie lleva:
–Automatismos de frenos en situaciones de peligro y de intercambio entre luces cortas y largas.
–Mantenimiento del carril.
–Retención de marcha al bajar cuestas.
–Avisos por cansancio de quien conduce.
–Tres estilos de conducción.
–Identificador las señales de tráfico.
–Aire acondicionado y ordenador a bordo.
–Antirrobo con alarma.
–Selector de velocidades programable.
Sobre el papel es imbatible, y nuestra recomendación iría para aquellas personas que estén valorando opciones estilo C3 Aircross, Dacia Duster, Suzuki Vitara o Mitsubishi ASX. Las diferencias por dentro y por fuera entre el anterior Tivoli y el modelo 2020 se ven en las fotografías. Ahora se asemeja más al Korando 2017.