La Dirección General de Tráfico (DGT) se ha puesto al día en lo que al examen de conducir se refiere. No podía mirar hacia otro lado teniendo en cuenta que la tecnología ha cambiado mucho los coches y nuestra forma de conducirlos, así que desde mediados de septiembre está permitido beneficiarse de los distintos sistema de ayuda a la conducción que existen durante el examen práctico. Eso sí, no todo es tan bonito como parece, ya que hay una serie de matices para que no parezca que puedes llevar chuletas al examen.
¿Quién dijo que cuesta aparcar?
Aparcar es más fácil que nunca gracias a las cámaras de visión trasera y los sensores de aparcamiento. Hasta ahora la DGT no permitía beneficiarse de dicha tecnología, pero eso ha cambiado en cuestión de días y el examinado puede recurrir a ellos para realizar un estacionamiento perfecto. Eso sí, el examinador puede pedirle que lo desconecte todo para aparcar como se ha aparcado toda la vida de Dios.
Tecnologías que ayudan mucho
Otra tecnología que se puede utilizar es la del asistente de arranque en pendiente, algo que sin duda alguna agradecerán muchos futuros conductores porque hay cuestas en las que uno llega a sudar la gota gorda.
También pueden estar en funcionamiento otros sistemas como la alerta de tráfico cruzado, la alerta de colisión, la frenada de emergencia automática, los sensores de lluvia e iluminación y el sistema Start&Stop.
En estos casos también se le va a pedir al alumno que sepa desactivar las funciones. De hecho, en el supuesto de que el sensor de lluvia no funcione y el examinado no sepa utilizar los limpiaparabrisas, el examinador podrá llegar a considerarlo como falta grave suspendiendo la prueba. En definitiva, hay que aprender de todo hasta que los coches autónomos nos libren de realizar el examen práctico, para lo que todavía queda muchísimo.