El nuevo SEAT Tarraco ya se está produciendo a destajo en la factoría que el grupo VAG tiene en Wolfsburgo. Allí, a muchos kilómetros de distancia de Martorell, se ensamblan todas las piezas del SUV más grande de la compañía española, del hermano mayor de los Ateca y Arona.
En territorio alemán comparte espacio con otros modelos como el Volkswagen Tiguan Allspace o el Volksagen Touran, para los que también se emplea la plataforma MQB. El hecho de que compartan muchos componentes permite reducir al máximo los costes de fabricación.
Un coche con doble nacionalidad
La producción multimarca que prometió el grupo VAG es toda una realidad. Los trabajadores germanos aceptaron ceder en algunas que otras condiciones de sus contratos con la promesa de que no solo fabricarían coches con el logotipo de Volkswagen, sino que también podrían ponerse manos a la obra con modelos de otras marcas del gigante de la automoción, como es el caso de SEAT, que vuelve a ver como uno de sus modelos se fabrica por esos lares 20 años después (el Arosa se fabricó allí desde 1996 hasta 1998).
A pesar de que todas las unidades saldrán a más de mil kilómetros de distancia de España, lo cierto es que se diseñó y se desarrolló en territorio nacional, así que no se puede decir que el SEAT Tarraco no sea un coche con sabor español.
Lo empezaremos a ver por la calle en 2019
Hay que recordar que muy pronto abrirán la veda de los pedidos, aunque las primeras unidades no serán entregadas hasta principios de 2019. Se venderá con motores diésel y gasolina, con una configuración 2+3+2 que permite que viajen hasta 7 personas. El maletero tiene una capacidad de carga de 700 litros con todos los asientos en uso y de 1.920 litros si se abaten la segunda y la tercera fila.