Los viejos rockeros nunca mueren, y si no que se lo pregunten a Dodge, que está por la labor de lanzar una nueva generación del Viper con el beneplácito de FCA. El año pasado finalizó su producción y nadie fue capaz de asegurar su retorno, pero los amantes de la gasolina y los coches potentes se han volcado de tal manera que el gigante de la automoción se lo está pensando seriamente.
Será menos potente, pero también pesará menos
Ciertas revistas especializadas se atreven a ir más allá asegurando que el nuevo Viper montará un motor V8 de 8.4 litros de cilindrada que no será muy amigo de las normativas de emisiones, a pesar de que se acogería al downsizing teniendo en cuenta que el último Viper cuenta con un propulsor V10.
Con el V8 Hemi no sería tan potente como el actual, que entrega 640 CV de potencia. Se calcula que podría rondar los 550 CV, todo ello asociado a una caja de cambios manual, que es algo que no se negocia.
Los ingenieros de Dodge estarían trabajando en un nuevo Viper capaz de bajar de peso considerablemente para compensar esa pérdida de potencia. Saben que no pueden anunciar su regreso a bombo y platillo si las prestaciones dejan de ser tan atractivas como hasta ahora, así que pretenden someterlo a un estricto régimen apostando por la fibra de carbono como material estrella.
Como es lógico, la versión SRT seguiría siendo la más radical de todas gracias a la turboalimentación, con la que debería superar los 700 CV de potencia sin apuros.
¿Plataforma compartida?
Por ahora es pronto para adelantar detalles, pero es muy probable que la plataforma empleada sea compartida. De la misma no solo saldría el nuevo Dodge Viper, sino que también darían forma al sustituto del Maserati Gran Turismo y a la segunda generación del Alfa Romeo 8C.
Apunta al Salón de Nueva York 2019
La presentación de esta nueva criatura, de la que hay que decir que no se descarta ni que pueda cambiar de nombre, podría producirse en el Salón del Automóvil de Nueva York de 2019, aunque su producción no arrancaría hasta 2020 o 2021.