Hay que remontarse ha 1998 para encontrar la denominación «V600» en un catálogo de Aston Martin. La emplearon para comercializar el V8 Vantage V600, que en su día era un modelo que infundía respeto gracias a su motor sobrealimentado.
Los año han pasado y en Gaydon no han querido saber nada de downsizing. Siguen fabricando superdeportivos con una potencia descomunal, y buena prueba de ello es el V12 Vantage que todos conocemos, que ahora cuenta con una edición especial V600 que llega a modo de homenaje para despedir a la última generación.
Más potencia y menos peso
Estamos hablando de un V12 de 6.0 litros que entrega 600 CV de potencia y funciona asociado a una caja de cambios manual de 7 velocidades. No sabemos qué prestaciones es capaz de ofrecer, pero estoy convencido de que mejora las del V12 Vantage convencional, más que nada por los cambios que afectan a su peso.
Es más ligero que nunca gracias a la fibra de carbono que han empleado para crear su nuevo difusor, el mismo que da cobijo a cuatro salidas de escape que son toda una declaración de intenciones. Lo que también llama la atención son sus llantas de aleación de aluminio forjadas, que podríamos decir que van a juego con su parrilla frontal oscurecida, que tiene una forma especial.
Fibra de carbono hasta en el interior
La fibra de carbono también se cuela en su habitáculo. Además, los británicos se han decantado por otros materiales exclusivos como el aluminio anodizado de color negro, que sin duda alguna permite que el resultado final sea elegante y sofisticado.
Los asientos no son los mismos que monta el V12 Vantage que ya conocemos. Han hecho todo lo posible por reducir su peso y han creado una nueva tapicería que garantiza el máximo confort y un tacto celestial. Además, en el reposabrazos central han optado por el cuero que vemos en las sillas que se fabrican a mano, así que me atrevo a decir que es muy cómodo sin haber posado el brazo encima. Por último, el conjunto lo completan detalles como el metal mecanizado del pomo de la palanca de cambios.
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