El Salón del Automóvil de Nueva York ha sido el escenario elegido por Mazda para presentar el restyling del CX-3, un SUV compacto que les está dando muchas alegrías. La firma japonesa ha apostado por una renovación comedida, con pequeños cambios a nivel estético y con una ampliación de su equipamiento. Además, también hay alguna que otra novedad en el apartado mecánico.
Diseño KODO evolucionado
La actualización de la segunda generación del Mazda CX-3 llegará a los concesionarios españoles en verano. Lo hará con unas líneas fieles al nuevo lenguaje de diseño de la compañía, que como bien sabes ha sido bautizado como KODO.
La parrilla delantera es de nueva factura, hay unas novedosas llantas de aleación de 18 pulgadas, los faros podrán ser LED (Matrix LED) y se podrá pedir en el color Soul Red Crystal que se puede apreciar en las imágenes. Además, en el interior también apreciamos pequeños cambios, algunos concentrados en la parte más baja de la consola central. Mazda ha apostado por un freno de mano eléctrico con función «Auto-Hold» que se activa con un botón, un reposabrazos central y un asistente de retenciones de tráfico incluido en el paquete de seguridad i-ACTIVSENSE.
Motores más eficientes
Aunque los motores disponibles siguen siendo los mismos, a partir de ahora registrarán unos datos de consumo y emisiones inferiores. Por ahora no conocemos esos datos con exactitud, ni tampoco si ha cambiado la potencia de los propulsores actuales. Por un lado está el diésel de 1.5 litros y 105 CV, y por el otro los gasolina de 2.0 litros, que se pueden pedir con 120 o con 150 CV.
Lo que está claro es que tanto los diésel SKYACTIV-D como los gasolina SKYACTIV-G cumplirán con la exigente normativa de emisiones Euro 6d-Temp, que no solo contempla pruebas de laboratorio, sino que también controla los niveles de emisiones de partículas en condiciones reales de conducción.