El Ford más asequible es este modelo, junto con la Tourneo Courier. Ambos, en opinión del firmante, ofrecen justamente lo que cuestan. Son vehículos con costes de adquisición y mantenimiento muy atractivos.
Restyling y nueva versión con aires de SUV
Comercializado en el 2016, el KA+ en el salto al 2019 acogerá una actualización que afecta, sobre todo, a motorizaciones y complementos telemáticos. Además, harán un truco de márquetin subiendo casi dos centímetros las suspensiones y pegándole cuatro tapas de plástico a los lados; la finalidad es que dé el aspecto de un todocamino. Algo similar le ha de ocurrir en breve al Ford Fiesta 2017 y, en los casos, la nomenclatura será la de ‘Active’.
Con todo, el Ford KA+ 2019 mantiene su discurso: precio, equipamiento y calidades de ensamblaje y materiales emparejados al Dacia Sandero. Ahora, con el KA+ Active, lo mismo habrá de rivalizar con el Sandero Stepway.
Motores disponibles
Los motores son bien conocidos por Ford. En gasolina, se retira el 1.2 Ti-VCT de cuatro cilindros original y se sustituye por el que estrena el Ford Fiesta en España, un tricilíndrico atmosférico con inyección variable. La potencia, igual que en Fiesta, se bifurca en 70 CV y 86 CV.
Una curiosidad: en el Fiesta lleva el nombre de 1.1 Ti-VCT y en el KA+ mantienen la denominación antigua de 1.19 Ti-VCT. ¿Por qué? Nadie nos lo ha aclarado. En cualquier caso, parece que no será posible instalar el sistema de parada y arranque automático en las detenciones, ni siquiera como opción con sobrecoste.
Otro misterio es que Ford está borrando de su catálogo la oferta de GLP, y a este coche le hubiera sentado de maravilla, pues hubiera sido bien mirada por la legislación anticontaminante de los ayuntamientos. La única explicación que se nos ocurre es que el kit de GLP implica un recargo en el precio que podría espantar a compradores.
Pero los que hayan de hacer más de 20.000 kilómetros al año encontrarán compensación con el tercer motor: el 1.5 TDCi. Este bloque se está haciendo muy popular dentro de la casa, y para el KA+ está ajustado con 95 CV, idéntica cifra que en la Tourneo Courier y bastante inferior a los 120 CV que llega a entregar dentro de un Fiesta.
Venga en nafta o en gasóleo, el KA+ se gobierna con un cambio manual.
Tres niveles de equipamiento
En el peldaño más básico de equipamiento, el KA+ incluirá retrovisores eléctricos, seis airbags y controlador de velocidad pasivo. En lo alto de cima, refinamiento que no tenía el KA+ 2016, habrá un paquete con luces y limpiaparabrisas automáticos, y el parabrisas calefactable. Todos estos complementos estarán divididos igual que antes del remozado, en terminaciones ESSENTIAL y ULTIMATE. En un aparte, constará el ‘Active’ con su traje de senderista.
Por fuera apenas se nota la renovación, pero dentro la consola central se transforma. Pasa de una pantalla encastrada, rodeada de botones, al estilo tableta digital. Hace pareja con los iPhone y con los móviles Android, y tiene un tamaño de 6,5 pulgadas. Además, incluye el programario SYNC 3 para responder a órdenes por voz.
En Ford cuentan que el Ford KA+ europeo está más insonorizado, y que lleva rectificaciones en las suspensiones y refuerzos en el chasis que no se dan para otros países. Supuestamente, esto debería hacer su conducción algo más sentida y comunicativa.
Es de prever que, durante la vida del modelo, aparezcan ediciones especiales estilo BLACK&WHITE, RED&BLACK o ST-LINE, que están muy en boga dentro de Ford.
Un precio razonable
Con casi cuatro metros de coche y en una horquilla de 10.000 a 12.000 euros, dejando a un lado el Dacia Sandero, hay muy pocos modelos en territorio español que le hagan sombra. Acaso el Mitsubishi Space Star, el Suzuki Celerio y el Opel Karl Rocks, puesto que el resto de vehículos del segmento A se quedan muy atrás en medidas y prestaciones.