No somos pocos los que ponemos el grito en el cielo cuando una generación convive con nosotros durante más de una década. Nos ponemos nerviosos y empezamos a dudar de la reputación del fabricante que no es capaz de renovar el modelo en cuestión. Sin embargo, hay que decir que no es lo más habitual, ya que la gran mayoría movilizan recursos para lanzar nuevas generaciones a tiempo, aunque en ocasiones el relevo generacional parece un simple restyling.
Lada, un fabricante ruso que por aquí no vende sus coches, ha tardado 40 años en diseñar un nuevo Niva, un todoterreno que empezó a producirse en 1977 y que desde entonces no ha modificado su estética en exceso.
Evolución mecánica y tecnológica
Como es lógico, con el paso de los años ha visto mejorado su equipamiento para adaptarse a los tiempos que corren. No podía seguir con elevalunas manuales, sin aire acondicionado, sin sistema de inyección de combustible o sin encendido electrónico. Se ha visto obligado a evolucionar, pero su diseño se ha mantenido inalterado.
Por lo que hemos podido saber, la nueva generación verá la luz el año que viene. Seguirá siendo un todoterreno sin poder de seducción, aunque esta vez podremos contemplarlo desde todos los ángulos sin pensar que es un dinosaurio.
Basado en el Duster
AvtoVaz, la compañía que posee la marca Lada, ha recibido las inversiones que necesitaba por parte de la alianza Renault-Nissan. Eso nos lleva a pensar que podría emplear la misma plataforma que el Dacia Duster, que también tendrá nueva generación en 2018. Eso sí, lo más probable es que emplee la plataforma del Duster que dice adiós, no del que está por llegar.
El objetivo de Lada es que el Niva siga siendo un coche accesible para el gran público ruso. Es verdad que allí se venden muchos coches de lujo, pero no menos cierto es que buena parte de la población a duras penas puede comprarse un coche.
Nota: El de las fotografías es el Lada Niva Urban, una ligera actualización.