El Volkswagen Golf se renovó meses atrás para seguir siendo un superventas en la mayoría de países de Europa. El compacto de los de Wolfsburgo experimentó una serie de cambios estéticos y mecánicos e incrementó su dotación de equipamiento para convencer a los indecisos. Y no solo eso, sino que también ha renovado sus paquetes R-Line para ponernos los dientes largos.
Cambios superficiales y cambios más profundos
Si no quieres pagar el sobreprecio de un Volkswagen Golf R o quieres que tu Golf Variant sea más deportivo, lo mejor que puedes hacer es optar por uno de los paquetes R-Line que ponen a nuestra disposición en sus concesionarios.
La opción más básica, la que solo afecta al exterior, incluye nuevos paragolpes, taloneras, spoiler trasero y unos distintivos especiales para que se sepa que no es un Golf cualquiera.
Un paso más allá está el paquete R-Line completo, que optimiza la aerodinámica del coche, añade cuatro nuevos diseños de llantas de aleación (de 17 y 18 pulgadas) y actualiza el habitáculo. Con esto último me refiero a que los asientos pasan a ser deportivos, el volante es algo más grueso, el techo es de color negro y los pedales son de acero inoxidable. Y no solo eso, sino que también mejora otros detalles en los que se fijan los más sibaritas. Una de esas pijadas es la aparición del logotipo R-Line nada más encender la pantalla del sistema de infotainment.
Lo que cuestan
El paquete R-Line exterior supone un pago extra de 1.105 euros con el acabado Highline y 1.295 euros con el Comfortline. El paquete completo se va hasta los 1.800 euros con el acabado Highline y 2.295 euros con el Comfortline.
El motor no es un impedimento
Lo mejor de todo es que en España se podrá pedir con toda clase de motores y sin importar el tipo de caja de cambios. Se aceptará para los gasolina 1.0 TSI de 110 CV, 1.4 TSI de 125 CV y 2.0 TSI de 230 CV; y también para los diésel 1.6 TDI de 115 CV y 2.0 TDI 150 CV.
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