Volvo se ha aliado con Autoliv, una compañía que se encarga de diseñar sistemas de seguridad que se utilizan en automóviles como los suyos. Juntos han creado Zenuity con el objetivo de desarrollar un software con el que circular de forma autónoma, sin tener que poner las manos sobre el volante o pisar los pedales.
Autoliv pondrá 1.100 millones de coronas suecas sobre la mesa (unos 115 millones de euros) para que el proyecto salga adelante, mientras que Volvo aportará licencias de propiedad industrial y recursos humanos. Los suecos no invertirán ni un solo euro de forma directa.
Conducción autónoma en 2021
Se repartirán los beneficios a partes iguales desde el primer semestre del año, que es cuando se espera que Zenuity empiece a andar. Han recibido el visto bueno en algunos países y están esperando que el semáforo se ponga en verde en otros. En cualquier caso, sus primeros productos de asistencia a la conducción no estarán disponibles hasta 2019.
Las tecnologías de conducción autónoma tardarán un poco más en llegar. Si todo va bien lo harán en 2021, cuando otros fabricantes empiecen a presentar sus primeras propuestas autónomas de producción, o al menos eso es lo que nos están vendiendo los principales actores del sector de la automoción.
Aunque la sede estará en Gotemburgo (Suecia), también tendrán presencia en Múnich (Alemania) y en Detroit (Estados Unidos). Unas 200 personas trabajarán durante sus primeros meses de vida, una cifra que podría triplicarse a medio plazo si los resultados acompañan.
Dennis Nobelius, director gerente de Volvo Suiza y anterior vicepresidente de la serie 90 de vehículos de Volvo, será el principal responsable de Zenuity.