Peugeot ha tomado una de esas decisiones que se pusieron de moda cuando la crisis azotó al sector. Ha decidido quedarse fuera del Salón del Automóvil de Frankfurt, uno de los más importantes de los que se celebran en Europa.
Por lo visto, los máximos responsables de la firma francesa consideran que es mejor invertir el dinero en publicidad y en comunicación, dos partidas muy importantes a las que a veces no se les dedica la atención y el presupuesto necesarios pare crecer.
Prefieren estar en otros lugares
La decisión viene motivada por eso y por el hecho de que la tecnología se está haciendo un hueco cada vez más grande en las presentaciones. ¿Qué significa eso? Que les conviene más estar en una feria como el CES de Las Vegas que en un evento más tradicional como un salón del automóvil.
Guillaume Couzy, director de Marketing de Peugeot, ha querido justificar una ausencia que podría no ser la única:
Nos centraremos en los eventos que mejoran la capacidad de probar los coches, lo que lleva a opciones que a veces son un poco radicales, como la decisión de no ir al evento de Frankfurt en 2017.
El alemán no es un mercado clave para Peugeot
Que no vayan a Frankfurt también se explica por la poca presencia que tiene Peugeot en el mercado alemán. Venden muy pocos coches por esos lares (un 1,7% del total) y consideran que no vale la pena gastar los miles y miles de euros que cuesta tener presencia en un stand con cara y ojos en una de las ferias con más tradición del mundo del motor. Ahorrarán en transporte, en empleados, en canapés…
¿Habrá más bajas?
Puede que el pánico se haya instalado en Frankfurt ante la posibilidad de que otras marcas tomen el mismo camino que Peugeot. El sector de la automoción sigue sin atravesar un buen momento y la transformación de los catálogos, que cada vez contarán con más coches eléctricos e híbridos, puede llevarse a más de un fabricante por delante.