En Noruega están por la labor de facilitar el progreso de la conducción autónoma más allá de los circuitos cerrados o los experimentos que se están llevando a cabo en algunas ciudades de Estados Unidos. Allí, donde Tesla ha calado fuerte con sus coches eléctricos con tecnología autónoma en desarrollo, podríamos asistir a una autorización histórica, ya que están debatiendo la posibilidad de autorizar la circulación de coches autónomos en sus carreteras.
Noruega suele ir unos años por delante
El gobierno del país nórdico cree que podrían dar el visto bueno durante la próxima primavera. Hacen bien, porque en Europa parece que el tema está bastante parado y eso no beneficia a los fabricantes que operan en el viejo continente. No se puede decir lo mismo en China o en Japón, donde sí están por la labor de facilitar las cosas para lanzarlos al mercado lo más pronto posible.
No es lo mismo la ciudad que la carretera
Las pruebas que se puedan hacer por Noruega poco tendrán que ver con las pruebas que se están realizando en Estados Unidos. En ese país, repleto de carreteras situadas entre montañas, los coches autónomos tendrán que afrontar nuevos retos como los de esquivar ramas y animales o moverse por pavimentos que no están bien señalizados.
También es importante saber cómo reaccionarán el software y todos los sensores y radares que incorporan este tipo de coches en condiciones de temperatura extrema, así que el invierno noruego también puede ser un buen banco de pruebas para la tecnología autónoma.
Una prueba que puede abrir muchas puertas
Si los resultados son satisfactorios, estoy convencido de que los gobiernos de otros países perderán el miedo y aceptarán que hemos entrado en una nueva era de la movilidad, la protagonizada por vehículos autónomos movidos por motores eléctricos u otro tipo de propulsión alternativa a los motores de combustión.