El Salón del Automóvil de Ginebra del año que viene debería ser el evento elegido por Skoda para presentar la versión más deportiva del Kodiaq, la SportLine. Los checos quieren satisfacer a los clientes que siempre piden más potencia lanzando una variante que no solo ofrecerá mejores prestaciones, sino que también lucirá un aspecto más agresivo.
Pinceladas deportivas
Es muy probable que aumenten sus pasos de rueda para dar cabida a unos neumáticos más grandes, que a su vez deberían montar unas llantas de aleación de un diámetro superior al actual. Además, debería haber algún que otro cambio en los parachoques y quién sabe si nos sorprenderán con otros detalles que afecten positivamente a su aerodinámica.
Otro tema que parece seguro es el de la inclusión de una nueva suspensión que rebaje su altura libre respecto al suelo. Bajando el centro de gravedad no solo parecerá más deportivo, sino que también se agarrará mejor en el paso por curva. No notarás tanto esa sensación de estar conduciendo un coche que mide 4,7 metros de longitud y pesa más de 1.500 kilos.
El motor del Superb más cañero
En estos momentos su motor más potente es un diésel de 190 CV. No está nada mal, pero no tendría nada que ver con el motor del Skoda Kodiaq SportLine, que podría moverse gracias a los 280 CV de potencia del bloque gasolina de 2.0 litros que encontramos en el Superb más preparado de la gama.
Con dicho propulsor puede pasar de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos, una cifra que no podría alcanzar por la diferencia en el peso y en el coeficiente aerodinámico que existe entre ambos modelos.
Habrá un Kodiaq para todos los gustos
Hay que decir que el Kodiaq SportLine no será el único que se incorporará a la familia en los próximos años. Están trabajando en el Kodiaq Coupé (dicen que llegará el año que viene) y también en una versión híbrida cuya llegada podría producirse en 2019. De hecho, incluso se rumorea que pueda haber un Kodiaq RS. Por pedir que no quede…