Las imágenes que podéis ver a continuación corresponden a un concesionario Porsche situado en Holanda. Allí han decidido bañar con chocolate a todo un 911 Carrera S. Pero no con el chocolate que es más famoso allí, sino con el cholocate que casi todos nosotros tenemos en la nevera.
En este Porsche Centrum Gelderland han llevado nada más y nada menos que 175 kilos de chocolate para derramarlo por encima de uno de los deportivos más aclamados por el público. En total podemos hablar de unas 1.100 tabletas que han sido fundidas para tal propósito.
Afortunadamente, toda la carrocería ha sido cubierta con un plástico protector, algo que ha logrado evitar daños irreparables. Jan Blancke ha sido el encargado de asumir toda la responsabilidad en la creación de este Porsche tan rico. Para los grupos ópticos y los intermitentes, ha decidido utilizar chocolate blanco.
¿Quién no se atrevería ahora a probar un Porsche 911 como este?