Cualquiera diría que vender una máquina que cuesta medio millón de dólares es fácil. Con esa cantidad te puedes comprar hasta 10 coches de alta gama, pero ninguno de ellos sería tan divertido como el nuevo Ford GT, que como es lógico ha sido capaz de enganchar a miles de adinerados clientes que suspiran por tener una unidad en el garaje de casa.
Clientes con algo más que dinero
Hacerse con una de ellas no es nada fácil, y no solo por el hecho de que cueste tanto dinero. El mayor impedimento tiene que ver con el proceso de selección llevado a cabo por la firma estadounidense, que no está dispuesta a entregar las llaves de su nueva joya a cualquiera. Hay que tener cierto caché y cuantos más seguidores acumules en las redes sociales mejor.
Reduciendo la exclusividad
El caso es que la primera oleada de solicitudes se cerró con casi 7.000 pedidos completos que superaron las expectativas de los directivos más optimistas. En un principio se habló de 500 unidades, pero tal y como está funcionando no es de extrañar que hayan decidido ampliar esa cantidad considerablemente. ¿El problema? Que los primeros clientes pueden sentirse defraudados por la pérdida de exclusividad que ello comporta, aunque imagino que en la letra pequeña de la reserva que firmaron esa posibilidad ya estaba contemplada.
Dave Pericak, director global de Ford Performance, ha justificado la decisión llevada a cabo soltando un par de frases que no son demasiado convincentes:
Aunque no podemos fabricar suficientes unidades de Ford GT para todos aquellos que lo han solicitado, vamos a producir unidades adicionales en un esfuerzo por satisfacer la demanda de la mayoría de nuestros más fieles embajadores Ford. Queremos mantener la exclusividad del Ford GT, pero a la vez sabemos lo importante que son estos clientes para nuestra marca.
A partir de 2018 cualquiera podrá sumarse al nuevo periodo de solicitudes que abrirán. Eso sí, los afortunados no recibirán su compra hasta el cuarto año de producción del modelo, ya que el tercer año lo dedicarán a satisfacer los pedidos de quienes permanecían en la lista de espera de la primera ronda de solicitudes.
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