Ford no va a entrar en la pelea de los compactos eléctricos. El Tesla Model 3 ofrece 346 kilómetros de autonomía, el Chevrolet Bolt viene con 321 kilómetros y el próximo Nissan LEAF también llegará a esos 321 kilómetros (ahora ofrece 250). Ellos, como mucho, se van a plantar en los 160 kilómetros cuando renueven su Focus, algo que seguramente habrá decepcionado a los fans de la marca que estaban esperando un producto similar al de la competencia.
Los motivos del desmarque
Kevin Layden, el máximo responsable de la electrificación de la firma estadounidense, piensa que no merece la pena hacer un esfuerzo para ampliar considerablemente el rango de autonomía teniendo en cuenta los desplazamientos que suelen hacer sus clientes al cabo del día. Cree que para la mayoría será suficiente con 160 kilómetros, así que no van a invertir más dinero de la cuenta en lanzar un Focus que se sitúe por encima de los 300 kilómetros.
A la hora de justificar esta decisión, el bueno de Layden alude al incremento de precio y de peso que comporta decantarse por un sistema de baterías tan potente. No quiere ofrecer coches más caros y con peores prestaciones, así que su estrategia de captación de clientes va a ir por otra vía, lo que en parte les confiere ventaja al huir de una guerra en la que probablemente saldría perdiendo. En estos momentos, hablar de coches eléctricos es hablar de Tesla, por lo menos por esos lares.
¿Y si recargar un coche eléctrico llevara menos tiempo?
Puede que Ford esté pensando en un futuro distinto. Un futuro en el que los coches eléctricos se carguen por completo en cuestión de minutos y en cualquier parte, tal y como sucede con los vehículos que funcionan con motores de combustión. Cuando eso sea una realidad, la ansiedad que genera tener poco autonomía desaparecerá y los fabricantes no se verán obligados a ofrecer cotas como las que anuncian Tesla, Chevrolet o Nissan, que de una u otra forma comprometen sus prestaciones.