Invierno no suele ser la mejor época del año para conducir. El mal tiempo, el estado de las carreteras y otros factores de lo más variopintos inciden directamente en el número de accidentes que se registran en medio mundo, especialmente en lugares donde suele nevar.
Nosotros, como conductores, nos comportamos igual sea cual sea la estación del año. Hemos adquirido unos hábitos a la hora de conducir y difícilmente los modificamos, pero hay que tener en cuenta que algunos pueden ser especialmente peligrosos. Te lo cuento a continuación.
Cristales empañados
Cuando los cristales del coche se empañan, lo que no debemos hacer es iniciar la marcha. Hay que solucionar el entuerto para poder ver con claridad en cualquier dirección, lo que significa que no es suficiente con desempañar una pequeña parte. Cuando el motor esté caliente y la calefacción funcione a pleno rendimiento, será cuando podrás utilizar el aire acondicionado para desempañarlos por completo. Además, debes hacer uso de la luneta térmica de los cristales que equipen los hilos conductores que se encargan de producir calor para que el vaho desaparezca.
Conducir con guantes de lana
Creo que no hace falta decir que es un peligro. La sujeción del volante no es ni mucho menos la idónea, así que mejor quítatelos para conducir. Si los guantes son de cuero o parcialmente de cuero y ves que puedes sujetar el volante con firmeza, en ese caso no será necesario que te los quites.
Conducir con el abrigo puesto
Pasa algo parecido a lo de los guantes. Conducir con el abrigo puesto no es una buena idea porque tenemos menos movilidad, así que probablemente nos costará más maniobrar, algo que se traduce en un serio problema a la hora de reaccionar ante un hipotético accidente que implique dar un volantazo.
De la misma forma, hay que dejar claro que los cinturones de seguridad de las sillitas de los niños se aflojan cuando llevan el abrigo puesto, así que es mejor que se lo quiten para evitar que se deslicen por debajo en caso de accidente. Lo que se recomienda es calentar el coche y colocar el abrigo por encima del cinturón ya abrochado, pero nunca dejarlo puesto.
Medicamentos
En invierno, con la bajada de las temperaturas, los catarros nos visitan con más frecuencia de lo que suele ser habitual, así que es normal recurrir a medicamentos para combatir los síntomas. El problema es que hay fármacos que provocan somnolencia y tienen efectos secundarios que pueden ocasionar distracciones, por lo que hay que ser prudente a la hora de conducir después de tomar medicamentos. De hecho, en algunos casos, los médicos recomiendan de forma explícita no conducir para evitar posibles accidentes.
Luces antiniebla
Está bien que tu coche tenga luces antiniebla traseras, pero es no quiere decir que estés obligado a utilizarlas siempre que haga mal tiempo. Las antiniebla, como su propio nombre indica, son luces que hay que utilizar cuando hay niebla espesa. También podemos recurrir a ellas cuando llueve mucho, cuando nieva o cuando hay una cortina de humo que dificulta la visibilidad, pero nunca hay que activarlas por el simple hecho de que estemos en una carretera de montaña y las condiciones meteorológicas no sean idílicas. Más que nada porque podemos deslumbrar a los conductores que van detrás.
El carril de la derecha existe
Es un mal hábito que se repite durante todas las estaciones del año. Es lamentable que algunas veces circulen más rápido los conductores del carril derecho que los conductores del carril central o izquierdo. Debe ser que hay gente que se siente más segura circulando por el carril central, porque de lo contrario no soy capaz de encontrar una explicación lógica a este fenómeno que se repite en las carreteras. La policía debería tomar cartas en el asunto para evitar este tipo de comportamientos.
Hielo en el parabrisas
¿El parabrisas está helado? En ese caso no recurras al limpiaparabrisas como si fuera la solución mágica, ya que te los puedes cargar fácilmente. La goma de los mismos agradecerá que esperes a que la calefacción derrita el hielo acumulado, aunque también es verdad que a veces tenemos prisa y no podemos esperar a que eso ocurra. En ese caso, lo mejor que podemos hacer es utilizar un rascador para retirar el hielo, siempre con mucho cuidado para no rayar el cristal.
Aparca en un lugar seguro
No hagas como nosotros en la prueba del Infiniti QX50. Para la sesión fotográfica, aparcamos donde no debíamos y nos llevamos un buen susto.
Asegúrate de que no es un terreno blando que se vaya a cubrir con la nieve, porque si es así necesitarás recurrir a la tracción integral y a unos buenos neumáticos M+S (Barro + Nieve). De lo contrario, es probable que ni la grúa se atreva a rescatarte.