Harald Krüger, CEO de BMW, ha hablado. Lo ha hecho para contarnos qué es lo próximo que podemos esperar del BMW i3, un coche eléctrico que recientemente se ha dejado ver con una armadura más deportiva en el Salón de Los Ángeles.
No hay que esperar una revolución estética, desde luego. Se trata de un modelo que aterrizó hace cosa de dos años y no necesita un restyling ni nada por el estilo. Sin embargo, los alemanes consideran indispensable alargar la autonomía que ofrece, motivo por el cual están trabajando en una mejora que podría llegar a los concesionarios a lo largo de 2016.
Un 25% más
En estos momentos, el BMW i3 puede recorrer entre 130 y 160 kilómetros sin pararse a recargar sus baterías. Es una cifra un tanto pobre si la comparamos con la que ofrecen el Chevrolet Volt o el Nissan LEAF, que se sitúan por encima de la barrera de los 200 kilómetros.
Es precisamente ahí adonde quieren llegar, que basándonos en el optimista e irreal ciclo NEDC pasaría de 190 a 237 km. Como los bávaros no son tontos y saben que las condiciones reales son bien distintas, dejan claro que la autonomía real sería de unos 200 kilómetros.
Dicha ganancia, que rondaría el 25%, no tendrá nada que ver con un hipotético aumento de las baterías. Seguirán siendo de 22 kWh, pero contarán con una densidad energética superior de la que se beneficiará para andar durante más tiempo sin tener que detenerse. Y no solo eso, sino que instalarán un software capaz de enfriar tanto el motor eléctrico como las baterías.
Esta última mejora también estará presente en la versión Range Extender, que es la que te permite disfrutar de hasta 300 kilómetros de autonomía según los estudios de consumo internos publicados por BMW.
También para clientes del actual i3
Para terminar, decir que los clientes que ya tienen un BMW i3 podrán pasarse a la nueva versión cambiando las antiguas baterías por las nuevas.