Uno de los prototipos más fascinantes que estamos viendo en el Salón de Los Ángeles es el Volvo Concept 26, que no es más que el resultado de la evolución que están experimentando los coches que son capaces de moverse sin la ayuda de un ser humano.
Tres modos de conducción
Su objetivo no es otro que ponerse al servicio del conductor, que esta vez puede dejar de ser conductor para convertirse en un viajero que disfruta del viaje como nunca antes lo había hecho. De ahí que sus asientos, patentados por si otros fabricantes planean hacer algo idéntico, sean capaces de modificar su posición en función del modo elegido.
Uno de ellos es el Drive, que es el que está pensado para los que quieran conducir el coche como lo han venido haciendo durante toda la vida. El productivo es el Create, ya que te permite leer, trabajar o buscar información por Internet, mientras que el Relax es el que cualquiera querría activar justo después de una dura jornada laboral. ¿Por qué? Porque reclina los asientos una barbaridad para que puedas echar una cabezadita o disfrutar de los contenidos que se muestran en una pantalla de 25 pulgadas que supera con creces a las de Tesla (17 pulgadas).
El siguiente vídeo muestra la transformación que puede experimentar su habitáculo en función del modo elegido.
Otra forma de entender los viajes en coche
El proyecto Drive Me de Volvo sigue en plena forma y avanza con propuestas tan interesantes como este Concept 26. La conducción autónoma está muy bien porque gracias a ella aspiramos a que no se produzcan accidentes de tráfico, pero también debería ayudarnos a aprovechar mejor el tiempo, ya sea trabajando, viendo un capítulo de nuestra serie preferida o durmiendo la siesta como si viajáramos en avión o en barco.