Desde el pasado miércoles 11 de noviembre es obligatoria para todos los coches y camiones que se matriculan. La tarjeta ITV electrónica ha llegado para sustituir a la de toda la vida, la de papel. Ésta, que no cunda el pánico, seguirá siendo válida como hasta ahora, así que no será necesario cambiarla por la nueva eITV para evitar una multa o algo por el estilo.
Así funciona el trámite
A través del Real Decreto 667/2015 del 17 de julio, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha un sistema electrónico que envía las fichas técnicas de forma telemática. Lo hace para compartir con más facilidad la información proporcionada por los Fabricantes, Importadores y Representantes de vehículos (FIR), que en décimas de segundo va a parar a un Registro de Vehículos Prematriculados con todos los datos técnicos del vehículo en cuestión.
La DGT los valida y pasan a engordar la larga lista del inventario que posee el Registro de Vehículos Prematriculados. Si todo va como es debido, no tardan mucho en enviar al FIR el Número de Identificación del Vehículo (NIVE). Dicho número es, a partir de ahora, el más importante de todos, ya que es el que sirve para identificar cualquier vehículo. Es el que necesitan los concesionarios para pedir la matriculación de las unidades que han vendido.
Así las cosas, a partir de ahora la DGT no solo emitirá un número de matrícula. También dará la tarjeta eITV, que según la ANFAC ya formó parte de casi un 50% de los vehículos que se matricularon en España durante el pasado mes de octubre.
Para terminar, decir que a partir del 11 de mayo de 2016 la tarjeta eITV también será obligatoria para ciclomotores, motocicletas, triciclos y quads.