Suzuki se ha llevado al Salón de Tokio un prototipo bastante extraño. Es verdad que a los japoneses les gustan los coches pequeños, pero este podríamos decir que se va a la categoría de diminuto.
El Mighty Deck mide 3,39 metros de largo, 1,47 metros de ancho y 1,54 metros de alto. Son cotas que nos permiten hablar de kei car pensado para cuatro personas que no pueden viajar holgadamente. Su configuración es de 2+2.
Un pick-up semi-descapotable
Lo más gracioso de todo es que luce el cuerpo de pick-up con un techo de lona eléctrico que le permite rozar lo que consideramos como descapotable. La parte posterior está forrada con madera y la podemos amoldar a nuestras necesidades gracias a su polivalencia, ya que la podemos configurar en varias posiciones.
Es un concepto urbano y off-road a la vez, un bicho raro que difícilmente llegará a producción. A pesar de ello, hay que decir que los japoneses se han inspirado en un vehículo comercial que vendieron durante la década de los 80, el Suzuki Mighty Boy.
El habitáculo es muy sencillo. En la parte superior del salpicadero volvemos a toparnos con la madera. Es justo ahí, un poco por encima, donde el Head-up Display entra en acción para mostrarnos la información que solemos ver justo detrás del volante. La pantalla más grande se sitúa en el centro y se ocupa de funciones tan importantes como la de navegación.
Para terminar, hay que decir que su motorización también es pequeña. Se trata de una combinación muy acertada que pone a trabajar a un gasolina de 658 centímetros de tres cilindros con turbocompresor y a un eléctrico S-Energy. La caja de cambios es automática y toda la fuerza va a parar a las ruedas del eje delantero.