Ayer publiqué un artículo sobre los planes más inmediatos de Volkswagen en lo que a futuras inversiones se refiere. No pude ser concreto porque la compañía alemana no lo ha sido, pero hemos podido captar un mensaje que ha generado intranquilidad entre los trabajadores del gigante automovilístico.
Van a recortar gran parte del presupuesto que habían destinado a inversiones para cubrir gastos de reparación de los motores diésel afectados y hacer frente a las multas que se les vienen encima. Y eso, como es lógico, puede propiciar la desaparición de modelos con luz verde que todavía no habían llegado al mercado.
Pérdidas importantes
No se van a volver locos. Los coches que funcionan se van a renovar con la misma frecuencia que hasta ahora. Los que están en peligro de extinción son los que pertenecen a proyectos más bizarros, más encaminados a mejorar la imagen de marca. Son los típicos modelos que lanzas para demostrarle al mundo que estás por encima de tus competidores, no para generar grandes beneficios.
Volkswagen
En ese saco podríamos meter al Volkswagen Golf R 400 que fue confirmado como modelo de producción en abril. Se iba a convertir en el más potente de todos los compactos con sus 400 CV, superando con creces los 367 CV del actual Audi RS 3 Sportback, que hoy por hoy es el rey de la categoría hasta que vea la luz el Mercedes-Benz A45 AMG S con sus 385 CV. Sin embargo, teniendo en cuenta que su precio de venta no bajaría de los 50.000 euros en ningún caso, no parece ser un lanzamiento imprescindible. No se va a vender como churros.
¿Más víctimas? El presunto Golf SUV, el Beetle que querían lanzar en 2018 basado en la plataforma MQB o el sucesor del Scirocco, que al igual que el Beetle no se está vendiendo todo lo bien que esperaban y tienen en mente preparar un modelo completamente nuevo. De hecho, hasta el Volkswagen Tiguan GTE tendrá que esperar si no hay dinero para todo. El concept de dicha versión se dejó ver en el pasado Salón de Frankfurt.
SEAT y Skoda
El mal hacer del Grupo Volkswagen afecta a todo el Grupo Volkswagen. SEAT y Skoda no escaparán de los recortes, y todo apunta a que la firma española tendrá problemas para lanzar su primer SUV de la historia en 2016. El nuevo Ibiza y el Ibiza SUV también están en el aire y por dudar se duda hasta del León Cross Sport mostrado en forma de prototipo en Frankfurt semanas atrás. Skoda, por su parte, tiene planeado lanzar varios SUV en los próximos años. Ya veremos si les dejan correr tanto.
Audi
¿Qué pasará con Audi? Pues que veremos menos versiones e-tron híbridas y que los nuevos A6, A7 y A8 se retrasarán. Estos tres se desarrollarán de forma conjunta, así que podrán ahorrar costes y anunciar la renovación de todos ellos de golpe. Distinto será con el próximo A1 y el próximo Q3. Este último modelo, fabricado hasta ahora en Martorell, tiene en vilo a los empleados de la fábrica española.
Dejando a un lado las renovaciones, hay que decir que los Audi Q8 y A9 tendrán menos opciones de llegar al mercado. Son proyectos destinados a unos clientes muy concretos y por ahora no es algo prioritario.
Bentley
Para terminar, decir que en Bentley corre peligro el EXP 10 Speed 6 Sportscar. Se trata del hermano pequeño del Continental GT, un dos plazas muy ligero que podría montar el mismo motor V8 que moverá al Panamera de segunda generación. El inicio de su producción está previsto para principios de 2016, pero con todo este follón de cifras no sabemos si mantendrán su decisión.