Es la cifra que se baraja en estos momentos a falta de confirmación oficial. En el último comunicado remitido, el Grupo Volkswagen ha querido dejar claro que los motores diésel EU6 cumplen los requisitos legales y las normas ambientales vigentes en Europa. No pueden decir lo mismo de los del tipo EA 189, de los que por ahora no pueden precisar qué modelos los montaban (tampoco saben el año de fabricación de las unidades afectadas).
SEAT no tiene la culpa
Volkswagen fabricaba los motores y los distribuía entre sus distintas filiales (Audi, Skoda, SEAT…). Por eso los máximos responsables de la firma española no quieren que se les acuse de haber trucado motores diésel utilizando un software de lo más pirata. De la misma forma, en Wolfsburgo querrán monopolizar toda la culpa para que el escándalo no salpique a otras marcas del grupo. Si se tiene que derrumbar algo, que sea un trozo de la empresa. Un trozo bastante gordo, eso sí, porque Volkswagen factura muchos millones de euros cada año.
¿Afectará a las ventas?
En SEAT nadie esconde su preocupación. Este año han presentado resultados trimestrales con beneficio operativo, algo que no sucedía desde 2008. Ahora temen que el Dieselgate destruya miles de ventas por la pérdida de confianza que esto ha ocasionado, aunque a decir verdad mucha gente no sabe que SEAT vive bajo el enorme y manchado paraguas de Volkswagen.
José Manuel Soria reacciona con retraso
En primera instancia, el ministro de Industria no quiso hacer sangre de lo sucedido y miró hacia otro lado pensando en salvaguardar las inversiones de Volkswagen en España. Solo reaccionó un día después, cuando vio que otros países pedían explicaciones. De esos 11 millones de vehículos afectados por el timo de las emisiones, conviene saber cuántos se vendieron en nuestro país. José Manuel Soria se equivocaría si no tomara cartas sobre el asunto. Se trata de defender a los consumidores españoles, que hoy por hoy andan un poco perdidos.