Volkswagen ha vuelto a aprovechar la celebración del festival de Wörthersee para demostrarnos que el Golf GTI puede tener tantas versiones como les dé la gana. El que nos ocupa en esta ocasión es el Volkswagen Golf GTI Dark Shine que viene equipado con el motor 2.0 TSI que ya conocemos. Eso sí, entrega 390 CV y 487 Nm de par máximo, así que es mucho más potente que el Golf GTI convencional, que no pasa de los 220 CV.
Detalles impropios de un modelo de producción
Hay un nuevo sistema de escape de acero inoxidable, pero los cambios más importantes son puramente estéticos. Es el caso evidente de su carrocería, que como puedes observar en las imágenes luce unos colores poco habituales en el compacto alemán. La parte delantera es Daytona Grey Metallic, pero la trasera es Yellow-R. Es una combinación de colores muy acertada que se cuela en el habitáculo.
Está presente en los asientos Recaro, cuya sección central está terminada con Alcántara negro. En los laterales encontramos cuero de color negro. Los pespuntes de color amarillo le dan un toque muy especial y también los logotipos GTI, que como no podía ser de otra forma están repartidos por todo el coche.
El color amarillo también se manifiesta en el volante y no necesariamente en las costuras. Es lo mismo que pasa en otras zonas del interior.
Al tratarse de una versión que jamás llegará a producirse en serie, se han permitido el lujo de impresionar a los asistentes al Wörthersee a través de un equipo de sonido formado por 8 altavoces y 3 sub-woofers. La potencia de sonido es de 3.500 watios, que se dice pronto.