Hablar de Rolls-Royce es hablar de lujo, y más cuando se les mete entre ceja y ceja una de esas colecciones exclusivas que solo unos pocos privilegiados pueden llegar a catar.
Es el caso de este Rolls-Royce Phantom Coupé Al-Adiyat que puedes ver en imágenes. Forma parte de una tirada de diez modelos a cada cual más lujoso y hortera, para qué nos vamos a engañar. Los otros nueve están basados en el Rolls-Royce Wraith.
Excéntrico con ganas
Esta demostración de mal gusto, al igual que las otras que están por venir, está inspirada en el mundo de la hípica. De hecho, Al-Adiyat es una expresión árabe que se utiliza para describir el sonido que se produce cuando los cascos de un caballo golpean el suelo. De ahí que el interior esté engalanado con los horrosos bordados que representan a los caballos en los reposacabezas de los asientos delanteros.
El color de la carrocería es rojo, y éste se mezcla con el blanco en el habitáculo, donde hay otros detalles ecuestres a destacar, como por ejemplo la herradura bañada en oro que aparece en el reloj y en la placa que hay en los cercos de las puertas, donde también se puede leer que es una unidad única en todo el mundo que ha sido fabricada a mano en Goodwood, Inglaterra.
Motor V12
Eso por lo que respecta a su apariencia. Lo mejor de todo es lo que se esconde bajo el capó, ya que estamos hablando de un motor V12 de 6.75 litros que entrega 460 CV y 720 Nm de par máximo. Gracias a ello puede acelerar de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos hasta alcanzar los 250 km/h de velocidad punta limitada electrónicamente.
Esto último está muy bien, ¿pero quién se compra un coche de estas características teniendo en cuenta que debe costar una millonada?