En Estados Unidos están desapareciendo los radares progresivamente. La queja de los ciudadanos parece que poco a poco va haciendo efecto entre los gobernantes de cada uno de los estados. Cualquier tipo de medio electrónico y automático está cada vez más prohibido.
Las quejas provienen principalmente por la colocación estratégica de los radares. Muchos de ellos no cumplen la función que deberían, pues lo único que hacen es estar ocultos a la espera de servir para multar a alguien en una zona que no lo requería.
En la web del IIHS se puede ver en una tabla qué estados siguen con radares y cuáles los han eliminado. Además, algunos muestran las tarifas por infracciones que en algunos casos son más que abusivas.