Tanto el Opel Mokka como el Opel Insignia se benefician de la llegada de la nueva generación de motores diésel. Silenciosos, eficientes, silenciosos, con un par motor muy aceptable y con una potencia que en ambos casos es más que suficiente para mover el coche con soltura.
El nuevo corazón del Mokka
El Mokka ya se puede comprar con el motor 1.6 CDTI de 136 CV y 320 Nm de par desde 22.790 euros con impuestos incluidos. Su llegada provoca el adiós del 1.7 CDTI. La cilindrada se reduce, pero entrega 6 CV y 20 Nm más sin que el consumo y las emisiones se resientan.
Puede pasar de 0 a 100 km/h en 9,9 segundos, el mismo tiempo que emplea para recuperar de 80 a 120 km/h con la quinta marcha puesta. Consume una media de 4,1 l/100 km (medio litro menos que el 1.7 CDTI) y emite 109 g/km de CO 2 (11 g/km menos). De serie viene con sistema Start&Stop y trabaja respondiendo a las órdenes de una caja de cambios manual de seis velocidades, aunque de forma opcional puede montar una caja de cambios automática de idénticas velocidades. La tracción es delantera.
El nuevo corazón del Insignia
Con el Opel Insignia pasa más de lo mismo. En este caso estamos hablando de un motor 2.0 CDTI de 170 CV y 400 Nm de par máximo disponible entre las 1.750 y las 2.500 rpm. Eso significa que tiene un 4% más de potencia y un 14% más de par que su predecesor.
Cumple la normativa Euro 6 y no sabemos cuánto consume porque Opel no ha facilitado ese dato en la nota de prensa que nos ha enviado. Lo que sí sabemos es que puede acelerar de 0 a 100 km/h en 9 segundos (medio segundo más rápido que su antecesor) y alcanzar una velocidad punta de 225 km/h.
Está disponible con caja de cambios manual de seis velocidades con carrocería sedán, berlina y Sports Tourer (familiar), en cuyo caso la tracción es delantera y los acabados asociados son los Sportive y Excellence. La versión Country Tourer del Insignia, la más campera de todas, puede montar tracción delantera o a las cuatro ruedas.
Nota: El motor que se ve en la primera imagen es el 1.6 CDTI del Mokka.