Cuando llega el día del «Sí quiero» todos (o la mayoría) los novios del mundo desean una boda impecable, bella y que ningún detalle empañe ese momento tan feliz en sus vidas. La preparación es importante: las alianzas, el banquete, la luna de miel, la iglesia y cómo no, que los recién casados brillen con todo su esplendor a la hora de salir en coche de la iglesia. Hablando de esto, ¿qué coches «de etiqueta» son los más deseados después de la ceremonia? ¿Qué marcas son las más solicitadas y elegantes para un día tan especial? ¿Cuáles son los coches que mejor se adaptan al protocolo de una boda?
En España, y dependiendo de la zona (más que nada por la climatología), algunas parejas optan por contratar un chófer para llevar a los recién casados en un coche de caballos. Sin embargo, lejos del cuento de ‘La Cenicienta’ hay quienes prefieren la elegancia de una amplia limusina o lo más común: un coche de alta gama, igualmente espacioso, lujoso y lleno de confort.
En el entorno de las limusinas, las Lincoln son de las más empleadas en bodas de «alto standing», mientras que el Mercedes-Benz C280 o los BMW Serie 3 y Serie 7 son algunas de las alternativas más utilizadas. A partir de aquí encontramos opciones mucho más vistosas y que despuntan un poco más de lo común. No olvidemos sin embargo, que la juventud (marcada por modas y películas) cada vez está más al tanto de alternativas como los Hummer, los Cadillac o los Roll’s Royce de los años 60. ¿Por qué no?
Mercedes-Benz Clase S Largo
Todo el mundo lo sabe, la estrella de las tres puntas alemana es uno de los comensales más frecuentes de las bodas españolas. El Mercedes-Benz Clase S (modelo de 2014) es una excelente opción para iniciar ese viaje que marca el inicio de una nueva vida juntos (o lo que dure). Sus plazas posteriores ofrecen todo el espacio necesario para el vestido de novia y además, posee más equipamiento que otros muchos modelos de la casa (butacas individuales o mesitas, por ejemplo). Su exterior tiene una longitud de nada menos que 5,25 metros, y su manejabilidad en ciudad así como su seguridad activa y pasiva son claves. Recuerda que el Audi A8 o el BMW Serie 7 son alternativas igualmente magníficas para bodas.
Citroën Traction Avant (También llamado Citroën 11 ligero en España)
Su fabricación data de 1934, pero que nadie se engañe, ya que André-Gustave Citroën (fundador de la marca) dotó a este elegante sedán de los últimos adelantos del momento: tracción delantera, chasis monocasco de acero, un motor tan potente como ligero y suspensión independiente en cada rueda. Su aspecto ilustre y majestuoso, sumado a sus genes franceses e ingleses de la época, son una elección muy acertada si quieres dejar boquiabiertos a todos los invitados. Véase en la imagen, está hecho para asombrar en las bodas.
Daimler Limousine
Algunas empresas especializadas en coches de bodas poseen máquinas tan bellas y espectaculares como el Daimler Limousine DR450 de 1961 en su abanico de modelos. Como credenciales, es original de la Casa Real Británica y elegido por la Reina de Inglaterra y Lady Di para sus itinerarios. Esta variante del Majestic Major DQ450 posee un interior con espacio para 8 pasajeros, un exterior lleno de elegancia innata y por supuesto, mucha clase. Si los novios tienen algo en contra de este hermoso modelo, que hablen ahora o callen para siempre.
Rolls-Royce Silver Spur
Nada como una berlina 100% británica y ceremonial de 1980 para poner ese toque de rango, clase y elegancia a un día tan especial. El Rolls-Royce Silver Spur (versión larga del Silver Spirit) es el primer modelo de la serie SZ y el primero además, en estrenar su famoso ‘Espíritu del Éxtasis’ en el frontal del coche. Sí, puedes pensar que alquilar todo un Rolls-Royce para tu boda puede ser demasiado caro, incluso un poco ostentoso, pero lejos de modelos tan espectaculares como el Phantom, Ghost o Wraith, éste es uno de los más adecuados, económicos y usados por los recién casados. Búscalo y acertarás.
Chevrolet Impala (primera o tercera generación)
Una alternativa para amantes del estilo Rapsoda americano con ritmos de Rock and Roll y Rockabilly es sin duda el Chevy Impala de 1956, nacido en mitad de la evolución industrial y la recuperación económica americana. Su primera y tercera versión (ésta última de 1961) son perfectas para inyectar un toque diferente y clásico a la boda, lejos del radical Impala de segunda generación que presentó un aspecto más futurista. Este es más elegante que el modelo Bel-Air y más largo que la mayoría de los coches de la casa americana. Algunas empresas especializadas con sede en Madrid o Barcelona ya lo han incluido en su stock dada su emergente demanda.