Mensaje por radio a Nico Rosberg en la penúltima vuelta:
–Ingeniero: ¡Box! ¡Box! ¡Box! Entra el coche. Nos retiramos.
–Nico: Lo siento, chicos. Me gustaría acabar la carrera.
–Ingeniero: Okay, entendido.
Más o menos esto lo resume todo.
En el giro 24 al Yas Marina Circuit, Rosberg reportó un «I’m losing power», y por más que se arremangaron desde el muro de Mercedes, no hubo forma de devolver el funcionamiento a la unidad de recuperación de energía en la frenada. Desde ese punto hasta la bandera a cuadros, lo de Nico fue una procesión de Semana Santa para penitentes.
El alemán achicharró los frenos traseros, y cada pocas vueltas otra cosa dejaba de funcionar en el monoplaza. Le adelantó incluso Fernando Alonso, conque ya nos podemos figurar cómo de gordos debían ser los lagrimones, ocultos detrás de la visera del casco, rodando por las mejillas de Rosberg.
Hamilton lo resolvió con la tenacidad que ha enarbolado toda la temporada. 11 carreras ganadas, con absoluto control, intocable y fuera del alcance de crítica alguna.
Por lo demás, Abu Dhabi es, probablemente, el GP que me da más pereza, después de Mónaco. Pocos adelantamientos, muchos yates y un puñado de barbudos vestidos en kandoras blancas y gafas de sol, parloteando por teléfono al lado de Bernie Ecclestone.
El Yas Marina Circuit, con silueta de metralleta de Al Capone, con la escalofriante monstruosidad del parque temático de Ferrari, que visto desde el aire recuerda a una mancha cancerígena en un pulmón, y con esa especie de bacalao gigante en el centro: el hotel Viceroy.
Ver la carrera desde una habitación tal que ésta vale 1.835 €, eso dijeron en la tele. Y a Abu Dhabi, convencer a Bernie de hacer la fiesta de fin de curso en su isla artificial en lugar de Brasil le costó 50 millones de euros. También lo dijeron por la tele.
Grandes estrategas
El sábado, tras calificar, la FIA examinó los coches y encontró los de Red Bull ‘No Conformes con el Reglamento’. Apéndices en el ala delantera presentaban alguna suerte de irregularidad. Ricciardo y Vettel salieron desde el carril del Pit Lane.
Por obra de una lectura brillante de los acontecimientos en pista y de una conducción afilada, Ricciardo acabó cuarto y Vettel octavo. Un trabajo loable del personal técnico, de los mecánicos y de los dos pilotos.
Otro tanto hay que decir de Force India. Hulkenberg y Pérez metieron sendos coches en la zona de puntos. Terminan sextos en la clasificación de constructores; la casa se queda con los mismos pilotos para el año que viene y no sería un disparate que, con el dinero recogido por firmar una sexta plaza, el 2015 se vean unos Force India fuertes y regulares.
Los tres mejores
Massa, Bottas y Button. La situación de Williams hay que leerla desde la misma que perspectiva que la de Force India. El doble podio de Massa y Bottas les pone terceros en el ranking de equipos. Es un deseo personal que los tests de febrero ya traigan buenos augurios para la gente de Claire Williams.
Button, aún habiendo pasado una campaña desaventajado por un McLaren errático, cerró el capítulo 2014 en quinto puesto. De todas formas, él y su compañero Magnussen perdieron la batalla con Ferrari. Con Fernando noveno y Räikkönen décimo, la firma italiana defendió su quinto lugar entre los demás equipos.
¿De qué se ríen?
En la vuelta 29, el Lotus de Maldonado salió del circuito envuelto en llamas. Justo estamos viendo este plano en la emisión internacional, con Pastor corriendo para alejarse del vehículo, y el siguiente son todos los mecánicos dentro del box desternillándose de la risa y aplaudiendo. Ahí lo dejo, por si algún lector dispone de una información que yo no tengo y que me ayude a interpretar dónde estaba el chiste.
En los resúmenes que los medios británicos, italianos y alemanes hicieron de la temporada, los pilotos respondieron cuál había sido su Gran Premio favorito y el peor. Me quedo con la respuesta, otra vez, de Jenson Button. Contó que lo único que recordaría del año 2014 sería el accidente de Jules Bianchi.
Mercedes ha ganado un mundial. No lo hacía desde los años cincuenta, los tiempos de Fangio. El año próximo hay un remolino de asientos por el que estamos bastante obsesionados: ¿adónde va Alonso? Él repite desde hace semanas que lo mejor está por llegar. El mensaje final de radio que se escuchó en Yas Marina fue el del Paddy Lowe, este señor de la foto. El director técnico de Mercedes consolaba a Nico: lo lamentaba mucho, era una lástima perder el campeonato sin haber podido disfrutarlo, pero que tenía que recomponerse y volverlo a intentar la próxima vez.
Nos vemos el 15 de marzo. Creo que Paddy Lowe tiene razón y Nico estará allí. Felicidades, Lewis, este año has sido el mejor.