Conductores multados por culpa de señales de velocidad máxima falsas

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No es una nueva estrategia de la Dirección General de Tráfico para recaudar más dinero. Tranquilos. Lo que resume en pocas palabras el titular es lo que ha pasado en una carretera del Reino Unido, donde muchos conductores de South Yorkshire han sido multados por sorpresa.

Todos estaban convencidos de que circulaban a una velocidad permitida, respetando los límites en todo momento. Algunas señales de velocidad máxima que vieron marcaban 40 mph (64,37 km/h), pero en realidad se movían por un tramo limitado a 30 mph (48,28 km/h). ¿Qué es lo que había pasado? Pues que unos bromistas decidieron cambiar el 30 por el 40 y la policía no se dio cuenta de ello hasta el cuarto día. Manda huevos.

Las reclamaciones están en marcha

Durante unas 72 horas muchos cayeron en la trampa y recibieron una multa sin sentido. Por eso ahora la Association of British Drivers (ABD), Asociación de Conductores Británicos en castellano, reclama que las sanciones no tengan validez alguna. Los agentes están obligados a comprobar que las señales de velocidad máxima se muestran correctamente antes de emitir una multa, y en este caso queda claro que no se cercioraron.

Un plan perfecto

Esta broma tuvo éxito porque no pintaron un 40 sobre un 30. No fue una chapuza de ese calibre. Cambiaron algunas señales por otras de nueva factura cuyo coste estimado es de 21 libras cada una (algo menos de 30 euros al tipo de cambio actual). Así lograron engañar hasta a los más viejos del lugar, que seguramente se alegraron al ver que podían pisar un poco más el acelerador en la zona donde fueron cazados.

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