BMW ha decidido celebrar la consecución de un nuevo campeonato DTM por todo lo alto. Esta vez ha sido el alemán Marco Wittmann el que se ha hecho con el título diez carreras después de su debut al volante de un BMW M4.
El de Fürth lo ha bordado y ahora podrá completar un test de Fórmula 1 conduciendo un Toro Rosso. Ése es el premio que los bávaros han decidido otorgarle para que cumpla uno de los sueños de su infancia.
Detalles exclusivos
Se han acordado de él y se han acordado de sus clientes, ya que han lanzado una edición especial limitada a 23 unidades que está inspirada en la máquina con la que ha triunfado el bueno de Wittman. Lo sabemos porque está decorado con los motivos que ha mostrado durante las 10 carreras. El número 23, el que ha lucido desde el principio, está presente en las aletas delanteras. Y evidentemente no es el único detalle distintivo, ya que podemos ver su firma en los umbrales de las puertas de aluminio y en el salpicadero, este último con fibra de carbono de por medio. También hay que mencionar que incluye la bandera alemana y «DTM Champion 2014» tanto por dentro como por fuera, mientras que la parrilla delantera tiene un par de marcos de color naranja y hay siete franjas de colores que recorren el capó y la parte trasera.
El motor del BMW M4 Champion Edition es el mismo que encontramos en el BMW M4 convencional. Es decir, un seis cilindros turbo que entrega 431 CV para acelerar de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos. ¿Su consumo medio? 8,8 l/100 km, aunque este no creo que sea un dato que preocupe demasiado a los futuros compradores de este coche tan especial.
Para terminar, decir que en 2012 ya hicieron algo similar con el BMW M3 que Bruno Spengler empleó para ganar el campeonato DTM. Este año el canadiense ha terminado en novena posición, muy lejos de Wittman.