Por fin ha vuelto a casa. Nueve meses después del gravísimo accidente que sufrió esquiando, Michael Schumacher ha abandonado el hospital de Lausana al que fue trasladado en junio. Estaba allí desde que despertó del coma y desde entonces ha seguido con su lenta recuperación bajo la supervisión de los médicos, que siempre se han mostrado reacios a hablar con la prensa para no dar pie a las especulaciones.
El heptacampeón del mundo de Fórmula 1 sigue luchando en la carrera más difícil que se le ha presentado a lo largo de su vida. De momento sigue remontando posiciones, aunque su familia y su portavoz han pedido mucha prudencia porque el camino que les queda por recorrer es muy largo.
En el mejor lugar posible
Cambiar el Hospital Universitario de Vaud por su granja de Gland es una gran noticia. Allí se sentirá mejor que en cualquier otro sitio y estará rodeado de los suyos en la más absoluta intimidad. Eso es lo que ha pedido su mujer, Corinna, que ahora podrá estar junto a sus dos hijos, Mick y Gina Maria, y su marido.
Así es como ha explicado la situación Sabine Kehm, la portavoz de Schumacher:
La rehabilitación de Michael se llevará a cabo en casa. Considerando las graves lesiones que sufrió, su estado ha experimentado progresos a lo largo de las últimas semanas y meses. Sin embargo, todavía queda un largo y difícil camino por delante.
Su estado ha experimentado progresos en las últimas semanas y eso invita al optimismo, pero no hay que olvidar que sufrió lesiones muy graves cuando perdió el control de sus esquíes y acabó golpeándose contra una roca en la cabeza en los Alpes franceses, lo que obligó a los médicos a intervenirle en hasta dos ocasiones para salvarle la vida.