Kai Lichte, portavoz de BMW, ha salido a la palestra para hablar del futuro de la familia BMW i, que por lo visto no se acabará con el BMW i3 y el BMW i8.
El éxito de ambos les empuja a seguir creciendo por la vía de los eléctricos y los híbridos, así que en 2016 es muy probable que asistamos al lanzamiento de los nuevos BMW i5 y BMW i6. ¿Por qué en ese año? Pues porque la firma bávara quiere celebrar su centenario por todo lo alto.
Un familiar y un superdeportivo
El i5 podría ser un modelo orientado a la familia, un i3 con carrocería alargada. Podría empezar a fabricarse en 2017 y su precio se rumorea que será sensiblemente más elevado que el del i3. La batería será más grande y la autonomía crecerá hasta los 322 kilómetros, aunque habrá una versión de autonomía extendido para realizar trayectos largos.
El i9 será todavía más irracional que el i8. Como sucesor del BMW M1 que pretende ser, superará esos 362 CV y 570 Nm que entrega el superdeportivo híbrido para llevarlo a una nueva dimensión. El motor gasolina de 3 cilindros y 1.5 litros que monta el i8 podría pasar a ser un 6 cilindros de 3.0 litros para que la ganancia de potencia y par máximo sea una realidad. Además, el eléctrico también será más potente y todo ello no afectará a la perfecta distribución de pesos. Si ahora el i8 pasa de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos, el futuro i9 podría hacerlo en menos de 4 segundos. Alucinante.