Se encienden todas las luces rojas en Monza, y esta vez no es para que los vehículos que participan en una competición esperen su apagado para poder arrancar. Esta vez somos todos nosotros los que esperamos su apagado, porque la noticia que nos llega no es muy alentadora.
Bernie Ecclestone, el veterano mandamás de la Fórmula 1, ha reconocido que nos podríamos quedar sin el Gran Premio de Italia de Fórmula 1 a partir de 2017, algo que ha empezado a preocupar a los tifosi, y no solo a los que apoyan a Ferrari como si fuera una religión más.
Ecclestone no se muerde la lengua
En una entrevista publicada por La Gazzetta dello Sport, que es el rotativo deportivo más famoso del país transalpino, Ecclestone lo ha dejado caer: «No creo que vayamos a firmar un nuevo contrato».
La noticia nos pilla por sorpresa porque es uno de los fijos en el calendario del gran circo. Lo es desde el año 1950, y solo dejó de celebrarse una prueba allí en 1980, cuando Nelson Piquet se adjudicó la victoria en Imola con Brabham-Cosworth. Al año siguiente se retomó la normalidad y el circuito de Imola pasó a albergar el que hasta el año 2006 se conocía como Gran Premio de San Marino (desde entonces no se ha vuelto a celebrar).
Ecclestone dice que ya rebajaron sus pretensiones en la firma del último contrato, pero que no están dispuestos a hacerlo por motivos románticos. Ya se sabe que lo que más pesa siempre es el dinero, y si hay que celebrar cuatro o cinco grandes premios en los Emiratos Árabes para satisfacer a unos cuantos jeques se irán allí sin pensárselo dos veces:
El último contrato que firmamos fue, desde un punto de vista económico, un desastre para nosotros. Después de 2016, bye bye…
El próximo 7 de septiembre se celebrará el Gran Premio de Italia de Fórmula 1 en el circuito de Monza. Será la decimotercera prueba puntuable del Mundial y está por ver si habrá protestas o mensajes dirigidos al jefe de la competición más popular del mundo del motor. Lo que está asegurado es el ambientazo que se vive allí cada año.