Empezamos la semana con un accidente en el que no hay que lamentar víctimas. Por extraño que parezca, esta vez no nos llega desde Rusia. Nos llega desde Malibu, una ciudad situada al oeste del condado de Los Ángeles. Por allí no es extraño cruzarse con coches tan espectaculares como el Ferrari 360 Modena, que ya es un poco antiguo, pero que sigue despertando admiración allá por donde pasa gracias a su motor V8 de 3.6 litros capaz de entregar 400 CV.
Manolete, si no sabes torear…
El problema es el de casi siempre. No todo el mundo está preparado para conducir un superdeportivo y al final lo acaba pagando. Te envalentonas, pisas el acelerador y te crees que eres Fernando Alonso. Te lo sigues creyendo durante unas cuantas curvas, y hasta pueden pasar años sin que te des cuenta de que en realidad no eres más que un conductor del montón. En ese momento, cuando la realidad recae sobre el volante y te pillar con el control de tracción desconectado, ya es demasiado tarde para maniobrar y evitar un accidente que no siempre acaba tan bien como el del siguiente vídeo.
Solo un herido grave, el 360 Modena
El conductor del Ferrari 360 Modena pierde el control y se va de excursión dando vueltas de campana. El conductor solo sufre unos cuantos arañazos en la cabeza y el acompañante sale con el alta bajo el brazo, pero con un susto tremendo y un cabreo increíble con su colega. Aunque para ellos es un día de suerte, el que no se libra es el coche, que termina bastante tocado. Creo que lo podrán recuperar, pero la factura será muy dolorosa.