Cómo conducir respetando a los peatones

paso de peatones
Cada año se producen en España alrededor de 10.000 atropellos de peatones en nuestro país, siendo Teruel o Zamora las provincias que registran mayor índice de accidentes, y Madrid y Barcelona las ciudades con mayor cantidad de atropellos.

Muchos de estos accidentes, gran porcentaje de ellos mortales, podrían evitarse si peatones y conductores mejoraran sus actitudes y respetaran las normas y señales de circulación. La culpa, es cierto, no siempre es del conductor, pero por su propia seguridad y la de los peatones, éste debe seguir siempre unas normas básicas, algunas recogidas en el código de circulación y otras de sentido común.

Pasos de cebra

Los pasos de peatones son lugares específicamente destinados a que los peatones puedan cruzar la calle con seguridad. Aun así, muchos conductores no respetan los pasos de cebra y día tras día vemos peatones en las ciudades lanzándose a la aventura de cruzar un paso de cebra, sobre todo aquellos en los que no existe semáforo.

Para detenerse en un paso de cebra no es necesario que el peatón se encuentre cruzándolo, basta con observar que el peatón se está acercando al paso de cebra con intención de cruzar. Además, debemos acercarnos a una velocidad prudente para frenar sin problemas en caso de algún imprevista (por ejemplo, está lloviendo y alguien resbala con la pintura y se cae).

Al salir de los garajes

Hay garajes en la ciudad en los que los vehículos salen del portón y han de atravesar la acera para incorporarse al tránsito. Bien, no será la primera vez que estos conductores asoman con el morro de su vehículo sin importarles ni percatarse de que por la acera circulan peatones, teniendo éstos incluso que apartarse o esperar hasta que el coche salga. Vale que la velocidad a la que se sale de un garaje no es muy elevada pero, ¿y si en ese momento cruzan niños o una señora con un carrito?

Cuidado con los autobuses

atropello de peaton
Los autobuses son vehículos que llevan una carga de pasajeros que suben y bajan continuamente. Es decir, si circulas detrás de un autobús y éste acaba de detenerse en una parada, es muy probable que, incluso antes de que reanude la marcha, haya peatones que se acaben de bajar y quieran cruzar la calle.

Muchos de estos peatones cometen el imperdonable error de cruzar la calle nada más bajarse y por delante del autobús, con lo cual los coches que se aproximan por la vía casi no tienen margen de reacción si se encuentran con el peatón. Por eso es necesario extremar la precaución con los autobuses, en este caso más por la propia imprudencia de los peatones.

Tramos peligrosos o con señalización especial

Hay tramos de vía en los que los peatones son más vulnerables y en los que debes extremar la precaución. Por citar algunos: pasos donde hay colegios, zonas residenciales, travesías por el medio de localidades en las que los peatones cruzan la carretera, tramos con visibilidad reducida… En algunos de estos casos, la necesidad de circular con precaución viene señalizada; en otros, depende de tu sentido común.

Calles peatonales

Es evidente que solo puede circular por las calles peatonales los vehículos autorizados a ello (por ejemplo, un vehículo que necesite entrar a la calle peatonal para entrar en el garaje). Las calles peatonales, como su nombre indica, están destinadas al tránsito de peatones y, por tanto, los vehículos a motor autorizados deben extremar la precaución circulando a velocidades muy reducidas y a una distancia prudencial de los peatones, tanto por delante y por detrás como a los lados.

Seguro que si conduces con precaución y de acuerdo a las normas de circulación, la mayoría de estos supuestos ya los cumples. Y si no lo haces, ¿dónde está tu respeto por la vida humana?

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